Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Crónicas estivales: Padres, madres, hijos

Inicio estas "Crónicas estivales" aprovechando que en la última semana participé en dos debates, radio y televisión, sobre la conciliación familiar en las recién inauguradas vacaciones escolares. ¿Cómo "organizar" el (inmenso) tiempo libre de nuestros hijos e hijas? ¿Cómo organizar nuestro tiempo libre para compartirlo con ellos?

Durante el curso escolar la relación "interfamiliar" no suele ser excesivamente intensa. Horario escolar, actividades extraescolares (no siempre elegidas por hijos). No existen demasiados "tiempos" para conocerse. Los sábados los padres suelen acompañar a sus hijos en sus actividades deportivas (donde a veces, los próceres destacan por su nivel de violencia verbal). Más aún, dando por supuesto que ella es la responsable, es la madre quien acude a las reuniones escolares o a la llamada del tutor. No resulta extraño que el padre coja un gran enfado cuando se entera a final de curso que su hijo cojea en tal o cual asignatura. Las vacaciones estivales podrían ser una perfecta "excusa" para comenzar a conocerse padres/hijos y viceversa, pero€

Para los niños (incluidos adolescentes), tener vacaciones con la familia significa dejar de hacer lo que hacen durante el curso escolar para convivir y realizar actividades todos juntos. Son muchos los que lo esperan todos los años y muchos no lo tienen nunca y lo echan de menos. Pero los que lo tienen, lo valoran. Establecen un efecto de comparación, pues al llegar el nuevo curso escolar, todos se preguntan qué han hecho durante sus vacaciones. Todos quieren ser como la mayoría, no quieren que haya diferencias. Pero no todos tienen las mismas oportunidades. Las circunstancias familiares pueden ser muy diversas. Puede ocurrir que el padre o madre, o ambos, gocen también de vacaciones. Puede suceder que, sin tener vacaciones, gocen de mayor tiempo libre para compartir con la familia. Y puede acontecer que precisamente en verano sea cuando padre y madre tienen escaso tiempo para compartir, simplemente porque son los meses de mayor intensidad de trabajo.

En el número 342 de Quaderns Gadeso (www.gadeso,org) se reflejan los efectos colaterales negativos en los hijos producidos en la temporada turística cuando padre y madre tienen la posibilidad de tener una actividad laboral intensiva. Un 95% de las mujeres activas laboralmente consideran muy "complicado" compaginar su vida laboral con la familiar, situación que se agrava no sólo por el carácter temporal de la contratación, sino también y principalmente, por el aumento de su precariedad (contratos a tiempo parcial de corta e imprevisible duración, sustituciones€), que afecta de modo más intenso al colectivo de mujeres. Tal realidad distorsiona cualquier posibilidad de planificar mínimamente el cuidado y atención de los hijos, el disfrute de un tiempo mínimo de ocio compartido con su familia, así como las labores del hogar. En estas circunstancias ¿quién o quiénes pueden responsabilizarse de los hijos? Si es posible acuden a la denominada "familia extensa" (abuelos, hermanos€), pero no lo es porque tales redes familiares también se encuentran en situaciones similares o simplemente porque no existen (especialmente entre familias procedentes de la inmigración). Mientras, los centros educativos están inactivos, así como los comedores escolares. Y los adolescentes quedan al pairo, en muchos casos con necesidad de recuperación escolar y huérfanos de una oferta pública de actividades lúdicas, deportivas, de refuerzo académico, etc. Para más inri un 75% afirma no tener información sobre ofertas públicas de actividades formativas, lúdicas o recreativas para niños y/o adolescentes. Y los precios de las iniciativas privadas no están a su alcance.

A su vez hay familias, incluidas en el amplio abanico de las denominadas clases medias que gozan de posibilidades económicas para que sus hijos participen en actividades compartidas (un campamento, un cursillo de optimist, un centro infantil/juvenil activo€). Pero tales actividades no cubren todos "sus" tiempos libres, que se supone pueden ser los momentos de compartir con sus hijos. Nadar, jugar, hablar, e incluso discutir, superando incluso el uso intensivo del móvil y sus respectivas redes. Aunque también deben respetarse, especialmente si son adolescentes, sus tiempos, sus amistades, sus espacios propios, su dolce far niente.

Concluyo con una leyenda urbana. Dícese que las fechas posteriores a las vacaciones es cuando se producen más separaciones matrimoniales. El motivo es sencillo: la convivencia relativamente larga y obligada con el "otro" o la "otra" (mujer / marido), perfectos desconocidos a pesar de años de convivencia. E si non e vero, ben trovato!

Compartir el artículo

stats