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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Calvo contra Armengol

Si todavía vibran al recordar los topetazos de Francina Armengol contra María Salom, es porque han olvidado las chispas que saltaban del enfrentamiento entre la presidenta del Govern y Aina Calvo, que le disputó el asalto al poder en unas primarias sangrientas. Enemigas íntimas es un término suave para definir la hostilidad que se profesaban estas dos políticas de incuestionable profesionalidad, volcada Armengol a la ortodoxia partidista y desmarcada Calvo hacia la convicción de que su singularidad debería ser premiada en cualquier confesión.

El combate Calvo contra Armengol estuvo pletórico de juego sucio, de acusaciones de pucherazo, de confidencias incriminatorias al bando opuesto. Solo faltó que las rivales desembocaran en la agresión física. Sin embargo, llegó el momento del debate final y la única alcaldesa socialista de Palma se arrugó. Se negó exquisita a embarrarse, y se refugió en su impoluto currículum académico. Pertenece a la estirpe de los izquierdistas que se creen condenados al triunfo por aclamación, con Félix Pons o Joan Mesquida como hitos señalados. La profesora dejó la arena expedita para una antagonista con sed de gobernar. La primera de la clase se estrelló contra la revoltosa.

Sin salir del ayuntamiento palmesano, Aina Calvo o Colau Llaneras son nuestros políticos favoritos, tal vez por eso no resultan elegidos. La pedagoga vuelve ahora al Gobierno, en el que perfectamente podría ocupar un ministerio si Mallorca pesara un solo gramo en la política estatal. Y aquí viene lo más curioso, Armengol ha tenido que vencer las reticencias del vengativo Pedro Sánchez, para colocar en Exteriores a una adversaria mayúscula de ambos gobernantes. Les honra haber recuperado a un valor indiscutible de la política, y omito adrede la adscripción al PSOE. Con todo, la mayor enemiga de Aina Calvo no es la presidenta del Govern, sino su indiscutible inteligencia. Saberlo todo le nubla a menudo la capacidad de escuchar. Solo así puede entenderse que una mallorquina apoyara a Susana Díaz.

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