Se cumplen 49 años desde el comienzo de las célebres revueltas en el pub neoyorkino 'Stonewall Inn' que dieron comienzo a una nueva ola de reivindicación de derechos y libertades en torno a la sexualidad; y, desde entonces, lesbianas, gais, transexuales y bisexuales vienen denunciando la criminalización, persecución y discriminación a que están sometidas a lo largo de todo el planeta.

En memoria de aquellas pioneras que en su día se levantaron en aquel bar neoyorquino, conmemoramos cada 28 de junio el Día Internacional del Orgullo LGTBI, fecha en que las diferentes asociaciones, fundaciones y colectivos de todo tipo nos llaman a atender las necesidades de todas aquellas personas diversas en su sexualidad y expresión e identidad de género para seguir avanzando en el camino hacia la igualdad no solo legal, sino también absoluta y necesariamente real.

Atendiendo a estas reivindicaciones el PSIB-PSOE nos comprometimos a que esta legislatura fuese la de los derechos de las personas LGTBI, aprobando en el Parlament de les Illes Balears una ley puntera como la Ley 8/2016, para garantizar los derechos de lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales, y para erradicar la LGTBI fobia. Una ley que en dos años de recorrido ha permitido adaptar la documentación administrativa de las personas trans en la Universidad o el IBSalut, evitando calvarios innecesarios a los chicos y chicas trans en actos tan rutinarios como ir al médico o participar de los chats académicos. Se han establecido protocolos educativos para evitar el acoso escolar por razones de identidad de género u orientación sexual, se ha devuelto a las parejas de lesbianas el acceso a las técnicas de reproducción asistida (derecho que por razones ideológicas el PP eliminó y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también quiere retornar). Hemos creado el Servicio de Atención Integral a las Personas LGTBI, con un teléfono 24 horas para actuar en caso de delitos de odio y proporcionar atención psicológica, jurídica y asesoramiento a las personas que lo necesiten, y se ha formado a más de mil profesionales de diferentes ámbitos en la perspectiva LGTBI. A través del Consejo de Participación LGTBI el Gobierno del Cambio se nutre de las reivindicaciones y reflexiones de las asociaciones para continuar normalizando la diversidad y acabar con las discriminaciones en los diferentes ámbitos.

La discriminación por motivo de homofobia, bifobia y transfobia, muy lejos aún de desaparecer, continúa no solo existiendo, sino que parece recrudecerse, tal como ponen en relieve el último Informe sobre delitos de odio del Ministerio del Interior y los publicados por los distintos Observatorios autonómicos. Más allá de nuestras fronteras, además, la situación empeora considerablemente: todavía son ocho los países en que continúa vigente la pena de muerte para las personas homosexuales, bisexuales y transexuales, además de los 67 países que mantienen penas de prisión para todas las prácticas sexuales que se apartan del modelo tradicionalmente aprobado por el sistema patriarcal.

En este 2018 tenemos que celebrar que se cumplen ya 40 años desde las primeras manifestaciones con motivo del Orgullo en muchas capitales españolas. Cuatro décadas que han servido para que, gracias al movimiento LGTBI, se haya producido una absoluta transformación de nuestro pensamiento sobre la sexualidad y el género en beneficio de miles de personas que hoy pueden desarrollar sus vidas con mayor libertad. Se cumplirán próximamente también cuarenta años desde la despenalización de la homosexualidad, trece desde la ley 13/2005 que hizo posible el acceso igualitario al matrimonio, declarada constitucional hace ya seis años; y once años han pasado desde la primera Ley de Identidad de Género 3/2007, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, cuya actualización y adecuación a nuevos tiempos se encuentra el Congreso y será aprobada próximamente. Cabe recordar que se encuentran en tramitación parlamentaria leyes como la de Igualad de trato y no discriminación, que junto a la Ley LGTBI, la Ley de Transexualidad y la Integral contra Delitos de Odio, constituye el paquete normativo para combatir la discriminación.

En este 2018 también tenemos que celebrar el gran paso dado por la Organización Mundial de la Salud dejando de considerar la transexualidad como un trastorno mental. Si bien es cierto, que no la ha despatologizado totalmente, se acerca a las reivindicaciones del colectivo trans en su reclamación de que la transexualidad sea considerada una expresión de la diversidad humana.

Todos estos avances y transformaciones sociales son el bagaje sobre el que apoyarnos. Un legado del movimiento LGTBI que ha luchado por sus derechos y que el PSOE ha respaldado gracias a la vocación de la conquista por la igualdad. En este camino de transformar reivindicaciones en derechos, tenemos muchas y muchos compañeros comprometidos, y algunos nombres propios imprescindibles: nuestro querido Pedro Zerolo, que hace tres años que nos dejó, Carla Antonelli, primera regidora transexual en nuestro país y una activista de los derechos de las personas transexuales, José Luis Rodríguez Zapatero, un presidente comprometido con los derechos de nueva generación como lo son los presidentes Pedro Sánchez y Francina Armengol.

El Partido Socialista quiere expresar hoy su apoyo y compromiso con la actividad del movimiento LGTBI, que ha sido parte distintiva de su esencia ideológica y lo será siendo. Seguiremos trabajando desde las instituciones, y desde cualquier posición donde nos encontremos, para que la igualdad de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales sea una realidad en nuestra sociedad.

* Secretària d´Igualtat i Memòria Democràtica PSIB-PSOE