Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pedro De Silva

La perdición de las ganas

Las estrellas fugaces nunca han tenido buena prensa, y de hecho cuando se quiere criticar a alguien que triunfa se dice que es una estrella fugaz. Sin embargo, bien mirado, todas las estrellas del firmamento son fugaces, dependiendo de la comparación con otras más estables. Incluso la más estable sería fugaz al lado de algo más permanente, tipo Dios. Esto emparenta con la idea de lo contingente y lo necesario, tan cara a los jesuitas antes de que la repescara José Luis Cuerda en ´Amanece, que no es poco´. El fugaz ministro Huerta podría decir eso mismo en estas sus horas malas: amanece, que no es poco. Su pecado político (grave) es no haber advertido a quien lo nombró de que había tenido un serio problema con Hacienda, pero a veces las ganas nos pierden. El demonio es lo súbito, dice algún teólogo. Vives a golpe de ganas y te haces más fugaz todavía de lo que ya eres por naturaleza.

Compartir el artículo

stats