Diario de Mallorca

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Juan José Millas

Tierra de Nadie

Juan José Millás

Augurios

Hace diez años, un día que me encontraba firmando ejemplares de una novela mía en la Feria del Libro de Madrid, apareció una joven embarazada, ya casi a punto de dar a luz. Le firmé un libro. Luego, al darle la enhorabuena por su maternidad me dijo que salía de cuentas la semana siguiente y que sería una niña para la que ya tenían nombre: Beatriz.

-¿Y tú cómo te llamas? -le pregunté.

-Laura dijo.

Me quedé con los nombres por sus resonancias clásicas, pues Laura fue la musa de Petrarca y Beatriz la de Dante. Al año siguiente, Laura se presentó de nuevo en la caseta en la que firmaba, esta vez llevaba en brazos a Beatriz que, guapa y despierta, sonreía todo el rato. Estaba aprendiendo a caminar y parecía tener una curiosidad infinita por todo lo que le rodeaba. En esta ocasión firmé un libro para la pequeña deseándole un buen siglo XXI, puesto que había nacido en sus comienzos. Por la noche, ya en la cama pero antes de dormirme, pensé en la madre y en la hija porque me habían parecido una pareja muy vital, muy hermosa. Si yo hubiera sido pintor, les habría pedido que posaran para mí. Daba lástima que tanta belleza no quedara registrada en algún lienzo. Pasadas unas semanas, las ansiedades de la vida diaria borraron la imagen de las dos delante de la caseta, sonriendo frente al conjunto de mis libros.

Al año siguiente regresaron. Laura me pasó a su hija a través del mostrador y la tuve un buen rato en brazos sin que se extrañara de mí. Aparte de firmar un nuevo libro a la madre, le regalé a la niña un cuento infantil, sin texto, que me recomendó el librero de la caseta para esas edades. En esta ocasión, Laura y Beatriz no se apartaron de mi memoria en todo el año. Las recordaba cada poco, con más intensidad en fechas especiales como la Navidad. En Nochebuena me pregunté con quién estarían cenando y traté de imaginar un salón familiar por el que la niña corría y la madre trataba de poner orden. Así, año tras año, fui viendo cómo Beatriz creía y Laura maduraba. Este año las esperé con la ilusión de siempre, pero por primera vez no se presentaron, lo que me ha llenado de tristeza y de augurios. ¿Qué habrá sido de ellas?

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