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Cuaderna

Llanto por Rajoy

Plagiando el emotivo poema de Federico García Lorca titulado "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", poema que popularmente se conoce como "A las cinco de la tarde", quiero rendir mi particular homenaje a mi amigo Mariano Rajoy Brey:

A las cinco de la tarde.

Eran las cinco de la tarde,

un portavoz -Aitor- exhibió la daga.

Eran las cinco de la tarde.

Una traición se anunciaba.

A las cinco de la tarde.

El "si" más traicionero tomo la palabra se instalo el oscuro y tenebroso silencio

A las cinco de la tarde.

Ahí estaba el "lobo Pablo", "la paloma Pedro", y el "adán Rivera".

A las cinco de la tarde.

Comenzó el lagrimeo de populares

y el desasosiego de Rivera.

A las cinco de la tarde.

Rajoy está ausente,

la espera fue vana.

A las cinco de la tarde.

A rugir las rotativas comenzaron,

su potencial desplegaban las ondas,

desolación las imágenes reflejaban.

A las cinco de la tarde.

La muerte "política" se precipita,

es la herida certera del traidor.

A las cinco de la tarde.

El velatorio se instala fuera.

La sangre mediática empieza a fluir

A las cinco de la tarde.

El burgués, de mansión y piscina

no esconden su alegría.

A las cinco de la tarde.

Rajoy es ejecutado con precisión suiza.

La vendetta no tiene vuelta atrás.

A las cinco de la tarde.

Los nuevos Audax, Ditalco y Minuro

exigen recompensa de dadiva y cargo

A las cinco de la tarde.

Palmeros mediáticos aceleran su paso.

Brotan oportunistas y conversos

A las cinco de la tarde.

Todos esperan su recompensa,

quieren la bendición "del nuevo dios".

A las cinco de la tarde.

La herida de España sigue abierta,

Sangra más que nunca

A las cinco de la tarde.

Nadie para la hemorragia,

nadie afea a pro-etarras y separatistas.

Eran las cinco de la tarde.

¡Ay que terribles "cincos" de la tarde!; en todos los rincones de las sedes del Partido Popular se observaba a los leones "del templo" impasibles al paso del tiempo. A mí sólo me queda expresar un deseo: nunca más vuelva a la política democrática de España hora tan fatídica; y que otro día, a las cinco de la tarde, el pueblo español sea capaz de despertar del engaño de una falsa izquierda progresista, capitaneada por Sánchez, que toma el poder por asalto, poniendo en práctica la profecía del nuevo burgués, con "casoplon y piscina incluida", Pablo Iglesias; eso sí, con la ayuda inestimable de los artesanos del soborno, PNV, y la deslealtad del supuesto Partido regeneracionista de Rivera.

Para terminar disculpas pido a Federico García Lorca, vilmente asesinado por odios atávicos entre españoles, por este mal plagio de su brillante poema que dedicó a su íntimo amigo torero Ignacio Sánchez Mejías, muerto en plena faena en la plaza de toros Manzanares en el 34. Hoy 84 años después "el torero" se llama Rajoy y su muerte -política- la encuentra en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, por herida de asta derecha, desleal y traicionera, rematada por asta izquierda, paradigma de ambición y odio. Rajoy no se merecía este final triste y dramático.

Mariano, con tus aciertos y errores, grandeza y honor destilaron tus últimas palabras como presidente. España tarde o temprano reconocerá que dejaste a nuestra nación, a nuestra patria, mucho mejor de la que heredaste. Y sin pelos en la lengua, pido a Dios bendiga a nuestra gran nación que es España. Gracias amigo Mariano. Muchas gracias.

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