Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Carmen Pérez Novo

La frustración

Vivimos tiempos de crisis. No se habla de otra cosa. Son muchas las personas que se sienten atrapadas en un callejón sin salida. Con los estados de ánimo por los suelos. Y, erróneamente, tratando de cambiarlos comiendo en exceso, bebiendo mucho, permaneciendo en cama durante un montón de horas, consumiendo drogas, pasando horas y horas ante el televisor o el ordenador, o yendo de compras.

Y así pasan los minutos, horas, días, meses, años, con todas las consecuencias desastrosas y, a menudo, trágicas que todo ello conlleva. Es una pena que experimentemos tanto sufrimiento en esta existencia tan corta en este planeta Tierra. Necesitamos un cambio. Y tener estados de ánimo positivos. Y lo cierto es que lo podemos conseguir. Porque cada uno de nosotros puede dominar la propia actividad mental y la propia conducta. Y aprender a manejar las emociones. Por ejemplo, sin ir más lejos, ¿qué es lo que sucede con la frustración? ¿Se han detenido alguna vez a pensar en ello?

Pues bien, solemos sentirnos frustrados cuando nos sentimos rodeados constantemente por obstáculos en nuestra vida, o cuando hacemos continuos esfuerzos sin obtener la recompensa que esperamos. El mensaje que nos está llegando quiere decir que el cerebro está convencido de que podría hacer las cosas mejor de lo que las está haciendo en esos momentos. Conviene que sepamos diferenciar entre frustración y desilusión; esta última, la desilusión, es el sentimiento de que hay algo que se desea en la vida, pero que nunca se logra alcanzar.

En contraste, la frustración es una señal muy positiva porque significa que la solución al problema se encuentra a nuestro alcance, pero que lo que estamos haciendo en la actualidad no funciona, por lo que necesitamos cambiar la actitud para cambiar el objetivo. Sin ninguna duda, necesitamos ser más flexibles. Y pasar a la acción. Y darnos cuenta de que la frustración es nuestra amiga que tan sólo busca frenéticamente diferentes formas de obtener un nuevo resultado. Recuerden que no hay fracasos, sólo resultados.

Por eso, tenemos que conseguir nueva información sobre cómo afrontar esa situación. Necesitamos encontrar un modelo a imitar, alguien que ya haya conseguido lo que nosotros queremos. Preguntarle cómo se puede ser más efectivo para producir el resultado deseado. Y, por supuesto, sentirnos fascinados por todo lo que podemos aprender y que nos será útil, no sólo para el presente desafío, sino también para el futuro.

Compartir el artículo

stats