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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Rajoy, la tormenta perfecta

La expresión "tormenta perfecta" fue popularizada en una película del año 2000 dirigida por Wolfgang Petersen y protagonizada por George Clooney. La historia, está basada en hechos reales: los sufridos por pescadores de pez espada sorprendidos por la conjunción de dos grandes borrascas, una de aire frío continental y otra de aire caliente. El choque de ambas provocó grandes desgracias. En la posmodernidad, la expresión se aplica a la suma de circunstancias negativas que son capaces de arruinar a un país o de crear situaciones de máxima tensión. Y hoy nos viene como anillo al dedo: la situación política (¡no sólo judicial!) de Cataluña representada por dos borrascas incontroladas y sin capacidad de buscar ni de encontrar corrientes positivas de contrapeso. Judicialización, desconfianza, quiebra de la igualdad territorial, agravios imaginados o provocados, incertidumbre política, crisis económica, comunicación entre poderes a base de denuncias en la prensa y en las instituciones.

A tal "tormenta perfecta", que nos afecta a todos no sólo a los catalanes, se suma el tsunami perfecto provocado por la sentencia del caso Gürtel, que deja al PP y a Rajoy sin argumentos ni margen político. La Audiencia Nacional ha considerado probada la existencia de "un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional" forjado por el Partido Popular y la red encabezada por Francisco Correa; la existencia de la caja B del partido; ha negado credibilidad al testimonio del presidente Rajoy; y ha condenado a 29 de los 37 acusados a altas penas de cárcel.

La sentencia vacía el poder del presidente del Gobierno, que debería ser capaz de reconocer, no ya el daño y el robo causado a la sociedad que gobernaba, sino el vaciamiento de los pilares sobre los que lo sigue haciendo. Esta sentencia deja a Rajoy en una posición incompatible con la autoridad política y moral que se requiere para el ejercicio de su cargo. De momento su reacción es la habitual: son hechos aislados del pasado, ataques ad hominem, mientras confían (¡una vez más!) en que la tormenta amaine. ¿Seguirá siendo fiel discípulo de don Tancredo?

Los demás partidos no han tardado en reaccionar. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dejado en el aire su acuerdo de investidura con el PP que, vistos los hechos, no puede limitarse a su habitual "pastureo". Al escribir estas líneas parece que centran su acción política en exigir la dimisión de Rajoy y convocatoria de nuevas elecciones generales. Tal estrategia es comprensible dados sus buenos augurios electorales, Pero, si Rajoy sigue actuando como personaje catatónico, ¿Cuál será la propuesta alternativa de Rivera? Podemos quiere una moción de censura y pasa la pelota a los socialistas. El PSOE ha convocado una Ejecutiva "extraordinaria" para analizar la situación, y han registrado en el Congreso una moción de censura contra Rajoy. No resultará fácil su articulación pero, en cualquiera caso, hay (o debería haber) momento en la política en que los "unos" deben saber y querer dar un paso atrás (léase Rajoy) y los "otros" (léase partidos de la oposición) deben saber y querer dar un paso al frente.

Sin duda habrá quienes acusarán a los actores de tal moción de censura de irresponsables al provocar inestabilidad política. De momento gobiernan desde una estabilidad inestable. La realidad política, económica y social, pone de relieve la incapacidad del gobierno de Rajoy de tomar iniciativas para abordar múltiples asignaturas que duermen el sueño de los injustos en el baúl de los recuerdos. A modo de ejemplo, otros muchos haberlos los hay, el gobernador del Banco de España, personaje nada sospechoso, en su reciente informe anual considera que la economía española proyecta a futuro un crecimiento potencial "relativamente modesto", con unos niveles por debajo del 1,5% a medio plazo. Presenta un grado "notable" de vulnerabilidad: "el desempleo continúa siendo muy alto y de carácter estructural", a lo que hay que sumar que "muchos de tales trabajos creados son precarios, mal remunerados y a tiempo parcial". ¿Qué medidas ofrece el gobierno "estable" de Rajoy?

Y para más inri, pocas horas antes de conocer la sentencia, la Comisión Europea hizo públicas las últimas recomendaciones país por país y en las de España, como no podía ser de otra manera, aparece este tema. No hace una recomendación concreta sobre el mismo, pero sí advierte de que sigue habiendo muchos problemas de corrupción en España. La advertencia supone un buen tirón de orejas en uno de los momentos más bajos de Mariano Rajoy. Suma y sigue.

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