Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Camilo José Cela Conde

¿155 para rato?

A medida que pasan los días sin que la consecuencia que cabe esperar de cualquier proceso electoral, que conduzca a un ejecutivo capaz de ocuparse de resolver los problemas de los ciudadanos, parezca insinuarse siquiera en Cataluña, el final de la suspensión de las estructuras autonómicas llegada de la mano del artículo 155 de la Constitución se antoja mucho más lejano de lo que se daba por supuesto. El acuerdo del Senado lo deja claro: el 155 se levantará en cuanto haya un Govern -precisar que ha de ser legal parece innecesario-. Pues bien, a la luz de lo que está sucediendo desde que Roger Torrent iniciase las consultas para la investidura del décimo presidente de la Generalitat, la pregunta que cabría hacer es si a alguien le interesa terminar con el 155.

No, desde luego, a Ciudadanos, el único partido que parece decir lo que piensa sin que se le tuerza la boca. Ha dejado muy claro que defiende mantener la suspensión de la autonomía hasta que haya un gabinete leal a la Constitución. Una postura que puede quitarle escaños en las próximas elecciones autonómicas de Cataluña „o no, quién sabe„ pero que le está catapultando al primer lugar en las preferencias de voto de los sondeos del resto de España. Respecto del PP catalán o del PSC, poco cabe decir habida cuenta de que su peso político ha pasado a ser secundario. Y los partidos soberanistas „incluyendo entre ellos a los Comunes, que se apuntan al gremio siempre que hay que decidir„, que dicen a voz en grito que basta ya de 155, tendrían facilísimo terminar con la intervención pero se cuidan muy mucho de hacerlo. Ni la asunción de Torra al cargo de presidente-delegado ni los consejeros del Govern que ha propuesto éste son iniciativas que indiquen el más mínimo deseo de enterrar el 155. Muy al contrario, la estrategia de Puigdemont, seguida de momento por todos sus socios ya sea a regañadientes o no, es la de dejar las cosas como están en espera de que la situación se pudra del todo. Una estrategia en la línea del "cuanto peor, mejor" de Chernyshevsky que Lenin hizo suya.

El único partido que suspira por el final del 155 antes de que se vote la ley de los presupuestos generales del Estado es, como se sabe, el Popular o, mejor dicho, su presidente. El voto favorable del Partido Nacionalista Vasco a los presupuestos permitiría agotar la legislatura. Pero no deja de ser paradójico que quien cuenta con el Gobierno carezca de medio alguno para imponer sus deseos. Ofrecer diálogo a Torra tras tomar éste posesión ha servido de muy poco. Y en esas estamos. Con la cuestión final, pero bien interesante, de lo que ha supuesto en términos de gestión la vigencia del 155 durante estos meses pasados. ¿Ha funcionado mejor o peor Cataluña en la gestión administrativa, en el día a día, vamos, bajo el 155 o con los gobiernos de Mas y Puigdemont? A nadie se le escapa la importancia crucial que tiene la respuesta.

Compartir el artículo

stats