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Joaquín Rábago

360 grados

Joaquín Rábago

Manipulación informativa

Debería preocuparnos, y mucho, la constante manipulación informativa en los medios públicos, como la denunciada últimamente por algunos trabajadores de TVE. Sin unos medios liberados de cualquier atadura al Gobierno de turno, sea del partido que sea, no puede haber la mínima objetividad en el tratamiento informativo de la actualidad.

Los partidos políticos, y de modo muy especial el PP, se han creído siempre propietarios de los medios públicos, a los que tratan de poner a su exclusivo servicio.

Nombran a su antojo al equipo directivo y, por encima de la profesionalidad, valoran siempre la fidelidad de los nombrados para cargos directivos.

Es muy grave lo que denuncian los trabajadores sobre los casos de censura que casi diariamente soportan y que hacen que se omitan o minusvaloren a veces informaciones desfavorables para el Gobierno.

Se habla de manipulación de gráficos sobre intención de voto o desempleo, de órdenes a los equipos de informativos para que se releguen noticias que podrían favorecer a la oposición.

Hemos visto todos cómo se trata de presentar a ésa bajo la peor luz posible mientras se presta la máxima atención a cualquier dato que pueda favorecer al Gobierno.

El tratamiento de los continuos escándalos de corrupción que afectan al partido gobernante no puede ser más bochornoso y es sólo equiparable a lo que ocurre en algunos países del Este de Europa.

Es sintomática de tal estado de cosas la frase que hubo que escuchar en su día del ex director de RTVE en Murcia: "La información la doy como me da la gana".

La manipulación ha alcanzado tal grado que en algunos casos algunos profesionales se han negado a firmar ciertas informaciones como protesta por las injerencias de sus jefes.

Sin una información plural y sobre todo veraz no puede haber control de la labor del Gobierno, requisito esencial para el buen funcionamiento de la democracia.

Sólo por ese control gubernamental de la TV pública y la dependencia que de ella tienen muchos ciudadanos se explica que tantos hayan seguido votando al PP hasta ahora a pesar de todos sus escándalos.

No puede ser que los ciudadanos tengan que recurrir para la pluralidad informativa a las cadenas privadas, dadas tantas veces al sensacionalismo y que tienen sus propios intereses, lo mismo comerciales que políticos.

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