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La cultura multimedia es anulación de la voluntad

Televisión Española comenzó sus emisiones regulares el 28 de octubre de 1956. Esta fecha es celebrada en innumerables ocasiones como un hito de progreso y avance. Pero la cultura multimedia en todos los países y culturas ha anulado la voluntad humana, la creatividad y ha creado una sociedad perezosa de muy fácil manipulación.

El ser humano se basa en la ley del mínimo esfuerzo. Si le das una realidad asimilada y masticada que pueda ver tirado en el sofá de su casa a través de la "caja tonta", no querrá más. La lectura necesita de un pequeño esfuerzo intelectual de concentración y asimilación de conceptos que la propia persona rechaza frontalmente.

El adulto viene marcado desde su infancia por una cultura multimedia que es la que le ha formado intelectualmente. No sabe ver más allá. Cuando entra en el proceso laboral, que en la gran mayoría de los casos, ocupa más del 50% de tu jornada vital, llega a casa, realiza las obligaciones familiares si las tuviere y vuelve todos los días fielmente a su canal de comunicación con el exterior. La Televisión.

Con el nacimiento de internet parecía que a la cultura multimedia tenía los días contados. Pero desgraciadamente no ha sido así. Está más que demostrado que los hábitos de internet que deciden la mayoría de los usuarios son temas banales en redes sociales y muy poco conocimiento. Pero si debemos ser justos, ha supuesto una "ventana de aire fresco" para que determinados perfiles hayan intercambiado su tiempo de ocio entre ambos canales.

Hace ya muchos años visitando con mi madre el hogar de unos austriacos establecidos en España, me sorprendió bastante que no tuviesen televisión en el cuarto de estar. Debía tener unos 14 años y no comprendía como este elemento primordial en todas las casas no estaba en esta familia.

El patriarca de la misma, me dio una explicación muy sencilla: "En esta casa charlamos en familia". No voy a hablar en este artículo de la manipulación diaria que nos someten todos los canales de televisión, ni de las diferentes fases de propaganda a lo largo de la historia de este ente, ya que daría para una tesis doctoral. Intento despertar al lector una auto reflexión personal en la que analice sus hábitos diarios fuera de su jornada laboral y verá la dependencia que tiene todavía de la cultura multimedia.

Ayer en la presa leí la curva de crecimiento de Neflix, donde en lo que llevamos del 2018 sus acciones han crecido un 65% de valor. Estos nuevos canales de ocio pagando, se han asentado muy rápidamente en la sociedad.

Sorprendiendo peligrosamente los perfiles de usuarios: clase media con estudios, verdadera fanática de una subcultura multimedia no exenta de manipulación. Crean modelos de comportamiento a través de líderes de opinión, en los que los seguidores inconscientemente van absorbiendo unos valores dirigidos, donde en muchos casos el "anti héroe" o asesino, es transformado en un modelo respetable para la audiencia. Véase casos como Dexter, Narcos o Breaking bad.

Giro en valores, bastante peligroso para una ciudadanía carente de cualquier tipo de formación. Dinero: poder. Sexo: belleza.

Dos parámetros muy simples que nos van bombardeando todos los días con innumerables variables. Estamos en una ola de aberrante cultura multimedia, donde más que nunca, somos manipulados por el Estado y todos los grupos multimedia que defienden unos intereses muy concretos.

Big Data, algoritmos para todo. Parece una verdadera religión. Si lo dice la mayoría de los hábitos de los usuarios, nos acercamos a su verdad, que es expuesta con una seguridad brutal.

Aunque nos intentemos revelar. Toda la sociedad ya está expuesta a una realidad paralela, que es la que nos quieren vender. Falta tiempo, reflexión, conversación y análisis. Disponemos de muy pocos momentos en nuestras vidas para poder dar un golpe en la mesa y responder a dos preguntas muy básicas:

¿Quién soy? ¿Y a dónde voy? La gran mayoría se deja llevar por la marea. Cuando tocan fondo. La familia o amigos más cercanos son los únicos canales de ayuda disponibles.

No hay más. Es un desorden de tal calibre. Donde rige "sálvese quien pueda". Van pasando las semanas y los años. Te vas haciendo mayor y como no llega el día del "tabú" muerte. Algo que todos nos intentan esconder o evitar, parece que somos y seremos invencibles. Pues no, nos vamos a morir más temprano que tarde. Y brotaran unas lágrimas interiores de tu alma en tu lecho de muerte que te preguntaran: ¿qué has hecho en tu vida?

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