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Cuaderna

Despropósito no, memoria y dignidad sí

Resulta todo un despropósito que el Govern balear-socialista-nacionalista y apoyado por los radicales de Podemos decidiera utilizar la Abogacía de la comunidad autónoma para sustanciar denuncia ante la Fiscalía por delito, cito textualmente, "de crímenes contra la Humanidad cometidos entre 1936 y 1937 en la isla de Mallorca" por supuesto por los franquistas, según su nomenclatura guerracivilista.

Está claro que cualquier crimen que se haya cometido a lo largo de la historia es deleznable; provenga de donde provenga. Claro está también que los "franquistas" cometieron atrocidades, como claro está que los del Frente Popular fueron actores de asesinatos y crímenes igual de atroces.

A día de hoy lo realmente sorprendente es la amnesia histórica que padece la izquierda española en general y la de Balears en particular, en relación a los crímenes cometidos por sus hoy admirados y enaltecidos predecesores antes y durante la Guerra Civil, que les ha llevado a borrar de un plumazo los muertos -"asesinados"- del bando, "malvado y despiadado, Nacional". Claro.

Como bien dice Juan Perpinyá, "no cabe duda que los crímenes que denuncia el Govern fueron aberrantes y atroces. Pero, ¿acaso no lo fueron los 21 religiosos ejecutados a sangre fría el 7 de agosto y el 13 de septiembre de 1936 por las fuerzas republicanas en Eivissa? Para el Govern parece que no". Fin de la cita.

Me entristece observar que la Abogacía de la comunidad autónoma ha hecho efectivo el encargo realizado por el Govern balear. Espero con curiosidad visionar la argumentación jurídica, leer los antecedentes, y de manera especial, saber los criterios de selección utilizados a la hora de presentar la lista de las víctimas y sus circunstancias, que darían categoría al calificativo "de crímenes contra la humanidad".

No pongo en duda que los 52 preseleccionados fueron injusta y despiadadamente asesinados. Todos ellos merecen nuestro reconocimiento, recuerdo, respeto y memoria. Como también lo merecen los 75 ejecutados en Cala Figuera -barco Atlante- y en las inmediaciones del cementerio de Es Castell los días 18 y 19 de noviembre de 1936. De ellos 37 eran religiosos, 26 militares y diez civiles. Eso por no hablar de los asesinados en La Mola de Maó. Tiempo habrá para ello.

Para tener buen conocimiento propongo al Govern balear la lectura del libro La Guerra Civil en Menorca, 1936-1939, cuyo autor es Deseado Mercadal, histórico líder socialista, ya fallecido, y miembro de la UGT durante la Guerra Civil. Basta que lean de la página 154 a la 165 para completar la lista inicialmente propuesta.

Estoy convencido de que la Abogacía de la comunidad autónoma ya sabe de antemano que la iniciativa del Govern no tiene recorrido judicial alguno -que se lo pregunten al exjuez Baltasar Garzón-. Sé perfectamente, por la alta cualificación jurídica que me merece la Abogacía de la comunidad autónoma, que esta es plenamente consciente de que el concepto jurídico "de crímenes contra la Humanidad" en el derecho internacional público, se creó después de la Segunda Guerra Mundial.

Sé que sabe la Abogacía de la comunidad autónoma, que hay un principio fundamental en derecho Penal y este no es otro que el de la "tipicidad y prohibición de la apelación retroactiva de las normas sancionadoras". De no ser así, y utilizando un ejemplo extravagante e hiperbólico, a uno se le podría ocurrir instar a la Abogacía para denunciar al rey Jaime I 'El Conquistador', con estatua ecuestre en la plaza de España de Palma, de provocar genocidio y crímenes contra la humanidad cuando entró en Mallorca, saqueó la isla y pasó por la espada y la cruz a gran parte de la población insular en general y la musulmana residente en particular.

La Abogacía de la comunidad autónoma sabe que la han utilizado para conformar una denuncia sin causa legal (si con carga histórica, ética y moral,) por tanto ilícita y cuyo destino, también lo sabe la Abogacía, será el archivo, tal como ya apuntó el fiscal jefe de Balears, por no utilizar el despectivo "papelera". Y es que el artículo 10 de la llamada 'ley de fosas de Balears' no es de aplicación por eso, el Govern habla de denuncia y no de querella.

Lo que realmente le importa al Govern es tener justificación para iniciar, una vez más, una campaña de desprestigio al poder judicial, al Gobierno del Partido Popular de España y al Partido Popular de Balears. No soy ningún profeta, pero eso será así. Como también sé que al Partido Popular, preso una vez más de sus complejos le costará mucho plantar cara y escenificar su frontal oposición a tal despropósito. Tiempo al tiempo.

El objetivo del Govern balear, en este campo, es perverso. Quieren utilizar las víctimas de un bando de la Guerra Civil para hacer política, desprestigiar al adversario, obtener titulares y aprovecharse de la "cobardía" de muchas personas de buena voluntad que no quieren ser acusados y señalados como defensores del franquismo.

Hay que reconocer, una vez más, que la izquierda española en general, y la de Balears en particular, se ha apropiado del "manual franquista" que lleva por título "¿Cómo manipular la historia?". Hay que reconocer que lo hace bien, que digo, muy bien e incluso hay que reconocer que lo han mejorado y lo han sabido adaptar a las nuevas tecnologías de comunicación que imperan en nuestra era digital. Sé positivamente que seré objeto de críticas, incomprensiones y descalificaciones, agrias e incluso amenazantes e insultantes, no me importa, aunque sí me afectan. Pero no estoy dispuesto a renunciar a mi derecho inalienable de buscar la verdad, mi verdad claro, y expresarla con absoluta libertad y respecto a los que puedan opinar lo contrario. Eso sí, hacerlo con argumentos y convicción, nunca con insultos y amenazas.

A lo que sí he renunciado es a formar parte del colectivo que prefiere el postureo, lo políticamente correcto y la comodidad del silencio. Yo prefiero el riesgo de la aventura, del estudio, del conocimiento de la historia y de la verdad contrastada; aún a sabiendas de que la mentira vuela y se infiltra por todos los poros de la sociedad, mientras que la verdad cojea, es lenta y solo el tiempo, el paso del tiempo, es capaz de colocarla en lo alto de la bóveda de la historia sin manipulación. Hoy, una vez más se va cumpliendo aquello de que "para que triunfe el mal, basta que los hombres y mujeres de bien no hagan nada" dicho y escrito queda. Despropósito no, memoria y dignidad sí.

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