Las brechas de género son hoy una realidad en la sociedad. Y decimos brechas, porque las desigualdades que sufren las mujeres se extienden a todos los ámbitos: social, político, económico, laboral y cultural. Por eso, desde los sindicatos exigimos al gobierno situar la igualdad de género entre sus prioridades.

En el ámbito laboral, el año que acaba de finalizar nos deja datos que muestran, sin lugar a dudas, que la supuesta recuperación económica no alcanza a las mujeres. En Balears crece en comparación con el año 2016, el número de mujeres cuya causa de inactividad es atender las labores del hogar; la tasa de empleo entre los años 2014 y 2017 ha crecido en dos puntos, mientras que en los hombres la subida alcanza un seis por ciento. Parcialidad y temporalidad son las dos características de la contratación de las mujeres: de cada cien contratos, 39 son a tiempo parcial y 23 tienen una duración inferior a un mes.

En cuanto a la brecha salarial, la ganancia media anual de las mujeres sube a lo largo de su vida laboral, a partir de los 25 años y hasta los 55 años y más, un 37,44%; en el caso de los hombres, el crecimiento es de un 50,41%. Son las mujeres las trabajadoras pobres por excelencia. Menores salarios, menores posibilidades de promoción profesional y formación, menor cuantía en prestaciones sociales en períodos de desempleo y en futuras pensiones.

El Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aún seguimos esperando su puesta en marcha. Prevención, protección y derechos es la única ruta posible para acabar con las violencias machistas. Y no olvidemos el acoso sexual en el trabajo, una de las manifestaciones de la violencia de género más invisibilizadas.

Exigimos políticas y medidas efectivas de corresponsabilidad para que los cuidados se repartan de forma equitativa entre mujeres, hombres, la sociedad y el Estado, y reclamamos ya la aprobación de la quinta semana del permiso de paternidad. Las mujeres queremos lograr la igualdad, el reconocimiento y una representación paritaria en todas las esferas de la vida pública.

Nuestro sindicato ha estado siempre en primera línea a favor de los derechos de las mujeres, a través de sus secretarías, que han sabido tender puentes entre el movimiento sindical y el movimiento feminista, junto a una amplísima base de afiliadas con doble militancia, sindical y feminista. Ambos compartimos muchos puntos de vista: somos movimientos críticos, emancipatorios y transformadores, que aspiramos a cambiar la realidad mediante la acción colectiva. Y si luchamos en contra de la desigualdad, tenemos que empezar por la de género, que afecta a la mitad de la población. Nos sobran las razones para reivindicarnos mujeres libres, vivas y unidas por la igualdad.

*Secretaria de Acción Sindical y Políticas Sociales de CC OO Illes Balears