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José Francisco Conrado de Villalonga

Los turiferarios

El adjetivo "turiferario" se debe de aplicar a aquellos serviles aduladores, que ensalzan de forma exagerada e interesada a quienes les pueden favorecer

En reciente información se daba noticia de que unos ángeles turiferarios ubicados en la Capilla Real de la Catedral de Palma habían sido sometidos a un estudio radiológico mediante tomografía axial computarizada, -TAC-, con el fin de conocer su interior, sus secretos, piezas originales o añadidas, sus diferentes capas de policromía etc.. Estas esculturas son consideradas turiferarias porque portan un incensario. Pobres ángeles, esculpidos en 1.427 por la mano de Huguet Barxa, que ahora, después de tantos años, se ven sometidas a una prueba tan claustrofóbica. Estas obras de arte son hermosas y cumplen la función de ofrendar incienso durante el oficio y también al oficiante, aportando fragancia a la liturgia en las celebraciones de culto. El adjetivo turiferario proviene del latín, turis incienso y "fero" llevar, o sea portador de incienso.

En una conmemoración de hace unos días se podía distinguir a una serie de personajes, habituales en estos eventos, ejerciendo como turiferarios de algunos políticos, que ocupan cargo público. En este caso el adjetivo "turiferario" se debe de aplicar a aquellos serviles aduladores, que ensalzan de forma exagerada e interesada a quienes les pueden favorecer. En este acto de recordación estaba también, por cierto, el presidente del Parlament, conocido como " Balti", vestido con atuendo muy elegante. Este señor es la segunda autoridad de las islas, a mí, no lo puedo evitar, me recuerda, por su poblada y crecida barba y su larga melena, a la figura de Jesucristo, bueno?, mutatis mutandis. Balti aunque forma parte de un partido de izquierda radical y antisistema, hay que decir que parece que se encuentra cómodo dentro del "sistema " y que acude a las festividades que organiza "el sistema", lo cual me parece bien, mejor dentro que fuera, por supuesto. Volviendo a los "halagadores" que ejercen en las recepciones, suele tratarse de unos férvidos turiferarios que piensan que podrán conseguir un puesto de asesor, un trabajo en la administración, una subvención, una licencia, un "enchufe". Esto no tiene porque funcionar así.

Sería interesante pedir a uno de esos "turiferarios" que se presten a someterse a una "tomografía axial computarizada", como se ha hecho a los ángeles de la Catedral y así se podría conocer, con detalle, que hay en su interior, que les proporciona tanta conversación halagüeña, que les provee de tan fácil adulación, que les permite estar siempre de acuerdo, en definitiva que es lo que les facilita hacer la pelota y dar coba de forma sostenida e interesada en busca de ventaja. El inconveniente está en que, sin darse cuenta, fomentan, innecesariamente, la molicie de algunos, en perjuicio de la obligada crítica constructiva. Comentando esto con otro asistente a la celebración, me precisaba que ciertamente, sí los hay, que siempre los ha habido, pero que él hace una distinción entre el pelota ocasional y el pelota permanente. No es fácil saber, querido amigo, a qué nos lleva esta discriminación y donde está la diferencia entre unos y otros. En cualquier caso se trata de unos hipócritas sociales que procuran sostener hábilmente el ego ajeno. Ya que esta elucubración ha tratado de ángeles, nos atrevemos a decir que los panegiristas pretenden imitar, con escaso éxito, a aquellos serafines cuya función consiste en acompañar el alma de los muertos, en el instante del fallecimiento, elevatio animae, hasta el paraíso.

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