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Juan José Millas

Tierra de nadie

Juan José Millás

Queridos politólogos

Escribí en el buscador de Google: "He leído un artículo muy bueno sobre Cataluña". Y Google me respondió: "No se ha encontrado ningún resultado para "he leído un artículo muy bueno sobre Cataluña".

Significa que está por escribir. O que está escrito y nadie ha tropezado con él. O que algunos lo conocen, pero no lo citan por celos. No lo sé. En cualquier caso, me quedo sin leer el mejor artículo posible sobre el asunto catalán y sin enterarme a fondo, por tanto, de qué va la cosa. Y es que no va todos los días de lo mismo. Por ejemplo, cuando Puigdemont huyó a Bélgica pasando por Marsella, todo el mundo hacía chistes de la cuestión. Yo, como no tengo personalidad ni ideas políticas propias, también. Pero han pasado los días y resulta que la maniobra no fue tan idiota, o no fue idiota en absoluto. A los comentaristas políticos se les ha helado la sonrisa. La extradición, en el caso de que se concediera, tardaría por lo menos tres meses. Es decir, sería después de las elecciones, a las que se puede presentar y hacer campaña desde Bélgica. No se fue a tontas y a locas, pues, sino como producto de una estrategia que ya ha comenzado a dar sus frutos.

En todo este lío, los independentistas van siempre un paso por delante de los analistas políticos, incluso del Gobierno. Seguramente, contaban también con que el fiscal Maza actuaría y la jueza de la Audiencia Nacional metiera en chirona a medio Govern, lo que de momento proporciona más réditos políticos a los encarcelados que a los encarceladores. Cada vez que mueven una ficha, da la impresión de que conocen los siguientes doce movimientos del adversario. De modo que la gente ingenua como un servidor, que se alimenta de editoriales inteligentes y tertulianos astutos, se pasa el día cambiando de opinión quedando fatal delante de los suyos.

-Pero si ayer dijiste que lo del exilio belga era de ópera bufa.

-Quizá debería haberlo dejado en ópera a secas.

Está uno harto de decirse y de desdecirse, y todo porque nadie, según Google, ha escrito aún el mejor artículo sobre la crisis catalana. Es que ni Gabilondo acaba de dar en el clavo. Queridos politólogos, a ver si se ponen a ello de una vez.

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