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José Francisco Conrado de Villalonga

Alteración del ritmo circadiano

Comentaba un amigo que con todo el lío de Cataluña duerme mal, que se despierta varias veces por la noche y pone la radio, con el consiguiente enfado de su mujer. Nada más levantarse se planta ante el televisor para ver si hay noticias de Puigdemont o de Rajoy, que la CUP le da miedo, que la BBC le irrita porque percibe cierto regusto en la existencia de este conflicto, piensan los británicos, según él, que los del Reino Unido, lo hicieron mejor, más civilizadamente, con Escocia. No es solo este señor, los catalanes están encrespados, tanto de uno u otro bando estamos ante un transitivo, que transita de uno a otro y, el resto de españoles igual, algunos creen, lerdamente, que enviando la Legión este tema se resolvería, ignorando que se trata de un problema latente y recurrente. Repasen la historia.

Los políticos y sus cerebros paleolíticos han conducido a los ciudadanos a una irritación de tal magnitud que les ha alterado el ritmo circadiano. Circadiano del latín circa (cerca) y die (día), se aplica a un ciclo, refiere el ritmo que organiza una serie de períodos biológicos, en intervalos temporales de veinte y cuatro horas, que afectando primordialmente a la vigilia y al descanso, regula una serie de variables de tipo biológico. La desincronización de estos ritmos puede conducir a cambios físicos, mentales, conductuales, de humor -euforia, depresión, melancolía- en definitiva al trastorno bipolar. Las plantas cuyos relojes detectan la luz y la oscuridad y las distintas estaciones del año, también están fastidiadas por ciertas alteraciones ambientales y por una meteorológica desajustada, ya no controlan en qué estación se encuentran, ni cuándo deben florecer. Los naranjos, por si acaso, están floreciendo cuando corresponde hacerlo, en primavera ¿En qué estación estamos?

La explosiva situación política en el noreste de España y su prolongación en el tiempo está afectando y somatizando a la mayoría de catalanes y no catalanes, gente que no alcanza a entender como no se resuelve de una vez este "quilombo". Quilombo, palabro de origen africano -proviene de la lengua kimbundu-, incorporada al castellano a través de los africanos que fueron llevados a países sudamericanos, que le dieron significado. Hace referencia a algo que provoca escándalo, conflicto, descontrol. En algún país hispanoamericano se llama también quilombo al prostíbulo?. La Academia de la Lengua atribuye a quilombo cualquier situación confusa. Triste tiempo de quilombos, de discusiones absurdas, de brutalismo político. Ante la incapacidad política de gestionar los problemas se utiliza un lenguaje inconfortable y penosamente construido, muestran y compiten en descalificaciones, desprecio, en mostrar aristas, creen que así, de este modo, llamaran la atención y conseguirán mas votos. Pero no se dan cuenta de que en una democracia resulta estrambótico el enfrentamiento entre las instituciones que forman el Estado.

Llegado a este punto de desgobierno y, ante el fracaso de la "política", está claro que solo queda una vía, restituir la legalidad, aplicar la ley y cuanto antes mejor. El sintagma, "lo de Cataluña", está afectando a la economía y a la tranquilidad de todos, debe de resolverse ya, si no, se corre el riesgo de su extensión a otras comunidades españolas y su efecto "transitivo" alcanzará a otras regiones europeas.

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