os políticos, pedagogos y profesionales docentes de Cataluña y Balears han aceptado acríticamente este principio: entre los diversos factores que pueden explicar el fracaso escolar nunca está la inmersión obligatoria en catalán. Ha adquirido tal carácter de axioma, que sobre él se ha establecido un férreo pacto de silencio en los centros escolares, parecido a la omertá, ya que unos profesores no cuestionan y otros no se atreven a cuestionar la inmersión obligatoria. El objetivo de este artículo es demostrar que la inmersión obligatoria en catalán sí es uno, y a veces el principal, de los factores de fracaso escolar.

Inadecuación pedagógica

Copio, en primer lugar, una cita que me parece modélica y que ayudó a convencer a los diputados españoles de las Cortes para permitir la enseñanza en lengua materna y a acabar con la inmersión obligatoria de no castellanohablantes en castellano que hasta entonces era norma en todos los centros escolares españoles. Decía así el portavoz de CiU, en el Congreso de los Diputados del 24 de mayo de 1978, cuando se estaba redactando la actual constitución: "Además de un derecho humano, me parece claro que el idioma, la lengua materna, es un requisito pedagógico importante. Los primeros pasos intelectuales, los primeros intentos de pensar los hace el niño en su idioma materno... por eso es tan difícil que ciertas ideas que se forman en un idioma puedan expresarse en otro; por esta razón, hay bastantes niños que no pueden superar esta dificultad y se encuentran con su capacidad de expresión mermada y, sobre todo, disminuidas sus capacidades de aprender".

Tal declaración, impecable desde el punto de vista pedagógico y acorde con las recomendaciones de la Unesco sobre lengua materna, pronto se convirtió en un monumento a la hipocresía, ya que el mismo diputado y el mismo partido que defendieron con tanto ímpetu la enseñanza en lengua materna y convencieron al resto de los diputados españoles, en cuanto llegaron al poder en Cataluña, impusieron la inmersión en catalán a la mayor parte de la población, de lengua materna castellana, condenándoles, según sus propio diagnóstico, a tener "disminuidas sus capacidades de aprender".

Estudios científicos

En segundo lugar, cito, entre las pocos estudios existentes, producto de la omertá instalada, sobre la relación entre inmersión obligatoria y fracaso escolar, uno elaborado por la Fundación Bofill, poco sospechosa de anticatalanismo, titulado "PISA 2009: avaluació de les desigualtats educatives a Catalunya", dirigido por Ferran Ferrer, (http://www.fbofill.cat/sites/default/files/546.pdf). En él se reconoce que, entre otros factores, como el nivel económico, social y cultural, la inmersión lingüística en catalán perjudica a los alumnos castellanoparlantes y, especialmente, castellanoparlantes de origen inmigrante.

El estudio, que analiza los datos de las pruebas PISA, muestra que "(quand) la llengua parlada a casa sigui la mateixa amb què es realitza la prova també és un factor comú entre els alumnes amb nivel d'excel·lència", y corrobora con datos en el ámbito catalán que "entre els alumnes que parlen castellà a casa també s'observa un percentatge relativamente superior d'alumnes de baix rendiment respecte a la mitjana de Catalunya", tanto en alumnos favorecidos socialmente como desfavorecidos.

La situación se agudiza mucho más entre los alumnos castellanohablantes de origen inmigrante. Mientras que en Europa la diferencia de rendimiento entre el alumno nativo y el alumno de origen inmigrante es de 43 puntos, que se reducen a 27, detraído el efecto ESCS (nivel socioeconómico), Cataluña, la región europea con mayor desfase, ofrece el doble, 82 puntos, 58 detraído ESCS, muy superior al de Madrid, comunidad que incluso con más porcentaje de alumnos de origen inmigrante (16% frente al 11%catalán), está en la media europea, con 59 puntos de desfase, 42 detraído ESCS. Este llamativo desfase catalán no puede explicarse porque el alumno de origen inmigrante pertenezca a entornos más desfavorecidos que en otras zonas de España y Europa, ya que el entorno es muy similar en Cataluña, Madrid y otras regiones. Sólo hay una explicación posible al "milagro" catalán: el 50% de los alumnos de origen inmigrante en Cataluña y Madrid tienen como lengua materna el castellano, pero, mientras en Madrid estudian en lengua materna, en Cataluña estudian por obligación en lengua no materna

Desatención a la diversidad y a la educación personalizada

Llama la atención que entre los defensores retóricos más bragados de la educación personalizada del alumno y atención a la diversidad se encuentren siempre los políticos, pedagogos y profesores defensores de la inmersión obligatoria, cuando tal inmersión es incompatible con la personalización y diversidad, especialmente con la atención a los alumnos con mayor dificultad de aprendizaje, los llamados ANEE, alumnos de necesidades educativas especiales.

No hace falta apelar a estudios científicos, que los hay, para probar esto. Acudamos al sentido común y juzguemos en qué lengua han de estudiar los alumnos castellanohablantes en Cataluña y Balears que presenten algunas de estas necesidades educativas especiales, todas ellas catalogadas oficialmente: alumnos de incorporación tardía, alumnos con discapacidad psíquica, alumnos con discapacidad auditiva, alumnos con discapacidad visual, alumnos con trastorno espectro autista, alumnos con trastorno grave de conducta, alumnos con trastorno grave de personalidad y desarrollo, alumnos con trastorno de aprendizaje, alumnos con trastorno de déficit de atención, alumnos con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, alumnos con trastorno grave de lenguaje, alumnos con condiciones personales especiales, alumnos con historia escolar (dos años o más de desfase) y alumnos con dificultades de lectoescritura, antes diversificación.

Sin duda, el lector de este artículo, de corazón piadoso, no puede concebir que a estos alumnos no se les facilite en Cataluña y Balears el aprendizaje utilizando como vehículo lingüístico la lengua materna. Pues se equivoca, porque con la inmersión no se permiten ni bromas ni excepciones, ha devenido axioma indiscutible, de aplicación cruel; no hay piedad para con estos alumnos castellanoparlantes de necesidades educativas especiales, porque no importan ni la enseñanza, ni el aprendizaje, importa la seña de identidad nacional: el catalán.

* Profesor de Enseñanza Secundaria y miembro fundador de la asociación de profesores "PLIS. Educación, por favor"