Henos aquí, celebrando el último pleno municipal del alcalde José Hila. Mírele, señor concejal Álvaro Gijón: no se quiere ir, pero se va. Respeta las reglas del juego. A tenor del cambio de manos de la vara de mando palmesana deberíamos estar hablando sobre qué se ha hecho en estos dos años en la ciudad, de si se han solventado sus muchos problemas, si está más limpia y cuidada, de lo difícil que resulta gestionar su maquinaria con docenas de funcionarios encausados en tramas corruptas. O de la perspectiva que se le abre al nuevo primer edil Antoni Noguera, en un horizonte presidido por palabros como gentrificación, saturación y turismofobia. Sin embargo, la pesquisa judicial en curso sobre el caso ORA, que trata de dilucidar la posible corrupción en esta suculenta contrata municipal en la pasada legislatura, ha movido las sillas del salón de sesiones antes de la fecha fijada por el Pacte de Progrés y ha aislado al ex teniente de alcalde y edil del PP al que se investiga por el presunto amaño del concurso de la zona azul. Gijón ha cursado baja de su partido, pero permanece aferrado al acta que ganó en la lista de Marga Durán. Trasladado asimismo al grupo mixto del Parlament con las exiliadas de Podemos dada su doble condición de diputado, parece evidente lo que el Ayuntamiento de Palma y la Cámara pueden hacer por Álvaro Gijón: facilitarle un parapeto ante el escrutinio de la justicia y garantizarle una nómina a fin de mes. Pero, ¿qué puede hacer Álvaro Gijón por los ciudadanos que le votaron, e incluso por los que no? Como mínimo, servir de ejemplo aunque no precisamente bueno, de ese tipo de nuevas situaciones sonrojantes que salpican a la democracia.
Es una lección de vida. observar cómo un político bien escondido detrás de la barrera contempla la detención de sus ancianos padres y de su hermano, llevados a la sala de interrogatorios porque la policía sospecha que le han ayudado a blanquear dinero procedente de comisiones en la adjudicación de la ORA. Muy duro ver a los tuyos en semejante trance, pero menos si dispones de un escudo protector que te deja al margen. El aforamiento de dos velocidades ofrece una vía lenta para comparecer ante la justicia para el sospechoso principal, y otra rápida para la familia que pudo ser cómplice. No sé si han previsto esta eventualidad quienes deciden saltarse la ley.
Solo el PP ha defendido más que el propio Gijón la presunción de inocencia de un alto cargo que aparece en demasiados sumarios relativos al saqueo de las arcas públicas y la corrupción policial (ORA, IME, Cursach) como para que sea pura coincidencia. Imagino que la visión de los progenitores de su compañero de bancada en el coche patrulla camino de la comisaría, una situación tan vergonzante como elocuente para la opinión pública, pudo contribuir a darlo de una vez por perdido. Las portavoces conservadoras en Cort y el Parlament repiten estos días el mantra de que el código ético popular se ha cumplido con el trámite de darse de baja y que Gijón se va solo para preservar la imagen del partido. ¿Lo creen en serio? El chico de oro que iba bien colocado en todas las listas electorales se ha quedado a solas con sus escándalos, que son del PP. Este es el último pleno del alcalde socialista Hila y el primero como independiente de Álvaro Gijón. Sería realmente bueno y positivo para Palma que en el primer pleno del alcalde Noguera su silla esté vacante, presta para ser ocupada por alguien que lo merezca.
