Hoy hablaré de la Tercera Internacional, que data de 1919, y su repercusión sobre el Partido Socialista Obrero Español. A saber, Lenin crea en plena guerra civil Rusa -marzo 1919- la Tercera Internacional, como estrategia de formación de un partido único a nivel mundial y así hacer frente a los países capitalistas, empezando por Alemania. Su intención era tener la capacidad suficiente de dirigir la revolución "a escala global". Le seguiría Francia y el resto, una vez se hiciera efectiva la revolución en los países del Imperio Austrohúngaro.
Se trataba de implantar el poder de la "clase obrera", conformando un auténtico ejercito capaz de acabar no sólo con la burguesía si no, como ya hemos dicho, con el sistema capitalista. Esta proclama, de la Tercera Internacional, provoca una división de tal suerte que la antigua internacional, la homologada a la socialdemocracia, pacta con las fuerzas del viejo ejército alemán y aplasta el intento de un prematuro movimiento revolucionario, decantándose por la vía de la reforma sin cambiar las bases estructurales del predominio burgués.
Este hecho -el dilema se centra entre "reforma o revolución"- provoca que surjan dos proyectos diferentes de acceso al socialismo. Por una parte el de la dictadura proletaria y por tanto el de la revolución; y por otra, el de la vía de la reforma social para acabar eliminando el dominio de la burguesía; bien es verdad que surge una tercera vía que pretende abandonar el marxismo que le permitiese pactar con el poder establecido, pero siempre con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
Pues bien; en España no es el PSOE quien se adhiere a la Tercera Internacional; es la CNT, que en el congreso celebrado en el mes de diciembre en Madrid -1919- se adhiere a la Internacional, a la vez que se declara anarquista. Menuda paradoja, y es que la historia vista sin pasión no es más que un cumulo de hechos paradójicos. Como es lógico, el agua con el aceite no se puede mezclar y en junio de 1919, en la conferencia de Zaragoza, es anulado el acuerdo de Madrid.
Volviendo al Partido Socialista Obrero Español, decir que ya en los años 1919-1921 es la primera fuerza política que aglutina la clase obrera a través de sus sindicato UGT, y que el hecho de la Tercera Internacional les entra como un tsunami en sus filas, abriendo en canal al partido que tiene que dedicar la mayor parte de su tiempo en dirimir una lucha interna sin tregua. Dura algo más de dos años -hoy tenemos la sensación que ha pasado lo mismo con Pedro Sánchez y Susana Díez -. La división es tal que la UGT es partidaria a muerte de la Segunda Internacional; las juventudes socialistas entran en la Tercera Internacional en 1920 y los Terceristas, otro corriente interna del PSOE, no asisten a las reuniones de la ejecutiva. En una palabra un auténtico batiburrillo de vanidades. Es a partir de estos hechos que surge la creación y constitución del Partido Comunista de España -hay que tener presente, por otra parte, que los Terceristas forman el Partido Obrero Comunista Español en contraposición al Partido Comunista Español-.
Así las cosas, los comunistas italianos envían Graziadei como representante de la Internacional Comunista para que ambas corrientes lleguen a un acuerdo, acuerdo que se consigue constituyéndose un sólo Partido Comunista con algo más de 4.000 afiliados.
En las elecciones generales 1923 el Partido Comunista obtiene un pobre resultado mientras que el PSOE, a pesar de la masiva baja de afiliados, consigue un resultado más que digno en tales circunstancias, capitaneado por Iglesias, Savorit y Besteiro. Es importante saber, a título de información, que en estas elecciones el Partido Liberal obtiene 222 escaños (Manuel García Prieto), el Partido Conservador 124 (José Sánchez Guerra), la Liga Regionalista 20 (Francesc Cambó), el partido Reformista 18 (Melquiadez Álvarez) y el Partido Socialista Obrero Español 7 (Pablo Iglesias).
Resulta altamente importante para entender el Partido Socialista entre 1923-1931 saber que, a pesar del resultado (7 escaños), Pablo Iglesias es el más votado en la circunscripción de Madrid junto con su compañero Besteiro. Y es precisamente después de estas elecciones cuando en las Cortes se viven los primeros debates marcados por la violencia de "grupos de acción", terroristas, presuntamente vinculados a la CNT y que son reprimidos con contundencia por las fuerzas y cuerpos del Estado. A raíz de ello Besteiro interpela a Dato, entonces presidente del Gobierno, sobre dicha violencia; un mes más tarde Dato caía muerto y el presunto asesino lo justifico diciendo: "Yo no disparé contra Dato, si no contra el gobernante que autorizó la ley de fugas"; sobran las palabras. A la izquierda española, hasta la llegada de Felipe González, siempre le ha importado poco el respeto a la ley. Lean sino lo dicho por Pablo Iglesias, fundador del PSOE: "El PSOE viene a buscar aquí (al Parlamento) a este cuerpo eminentemente burgués, lo que de utilidad puede hallar, pero la totalidad de su ideal no esta aquí. Mi partido está en la legalidad mientras esta le permita adquirir lo que necesita; fuera cuando ella no le permite alcanzar sus aspiraciones".
Lo grave viene cuando se dirige al señor Maura. Iglesias dice: "Tal ha sido la indignación por la política del gobierno del señor Maura en los elementos proletarios que nosotros hemos llegado al extremo de considerar que antes de S.S. suba al poder ir hasta el atentado personal".
Este es el PSOE que después participara con la dictadura de Primo de Rivera y por supuesto el PSOE que pretendió liderar la II República. No se sí la memoria histórica tiene que intervenir por el hecho de que su fundador tenga calles y monumentos en muchas ciudades de España y que su retrato presida todas las sedes del Partido Socialista. " Que vos pareix? Que nos guapo això?". Vivir para ver como diría Amestoy.
