Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José María de Loma

De verano total

Ya es verano. No lo es en realidad hasta el día 21, pero la mente no entiende de equinocios o fechas oficiales ni calendarios. El verano se ha instalado en nosotros. Me han regalado un bañador que lleva serigrafiada frases de Becquer. Es un bañador como de playa decimonónica o río de provincias. Un mosquito tigre se ha comprado un adosado y se ha traído a la familia, que ya ha tigreado a un vecino que no para de rascarse. Atiende al nombre de Eufrasio pero todos lo llaman Agripino. Al vecino, no al mosquito. Los telediarios dan imágenes de gente en la playa. Sale una señora que afirma: somos de Torremocha y ya teníamos ganas de algo de sol. Lleva blusa, un largo pareo ocre y una gran pamela. No sé para qué querrá el sol, si impide que le roce.

Busco en Google donde está Torremocha pero hace tanto calor que mejor me levanto a poner el aire acondicionado. Los independentistas también dan mucho calor, es decir, la brasa. Aparece un señor con cargo político diciendo que su pueblo está oprimido. La conexión en directo es en la calle. Detrás se ve a otro señor oprimidísimo comiéndose un helado. Tal vez la opresión del Estado lleve aparejada que los helados han de ser forzosamente de fresa y nata. Al lado del oprimido que almuerza helado se vislumbra a una señora que oprimidísimamente se abanica mientras charla con una chica que podría ser su hija y que de lo oprimida que está mira el móvil y a ratos el esmalte de uñas. No sé si habrá esmalte rojigualda. Al señor con cargo político que está oprimido le meten una pausa llena de anuncios de colonia, viajes, coches y cremas para zonas íntimas.

Cuando vuelve la conexión uno tiene ganas de echarse colonia, comprarse un coche e irse de viaje sin picor escrotal pero el señor con cargo está oprimido de calor y le dice a la presentadora que todo empezó con el recurso al Estatut del PP. La presentadora desde Madrid no ha oído bien o le pega una opresión, es algo sorda, afirmando que no, que todo empezó a las nueve de la mañana y que el programa durará hasta la una o así. Hay un malentendido, afirma el periodista que está con el oprimido, refiriéndose a la cuestión del sonido.

Sí, un malentendido, eso es, proclama el entrevistado. Le meten más publicidad y a mi me empieza incluso a caer bien este hombre, al que se lo van a cargar a fuerza de entrevistarlo al sol. O sea, una táctica pérfida del españolismo cruel, que se ha instalado en el verano y desconecta de todo igual que el independentismo desconecta de España y usted y yo estamos deseando desconectar e irnos de vacaciones. Ya es verano.

Compartir el artículo

stats