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Juan José Millas

Climatizar y refrigerar

Ignoraba que se habían celebrado ya 16 ediciones de un congreso titulado "Climatización & refrigeración". Estos días, en Madrid, se acaba de celebrar la 17, a la que han asistido decenas de empresas especializadas. Quiere decirse que la climatización y la refrigeración, o viceversa, se encuentran altamente institucionalizadas. Significa que cuando usted se instala en casa un aparato de aire acondicionado, ese aparato está respaldado por un pensamiento técnico y seguramente filosófico. Significa asimismo que la frontera entre la refrigeración y la climatización está más clara que la línea que divide a la ficción de la realidad. Significa, cómo no, que cuando usted va por la calle y se tropieza con un edificio grande de cuya fachada cuelgan cientos de compresores (creo que así se llaman), cada uno de un tamaño o forma diferente, afeando el paisaje y expulsando bacterias por doquier, significa, decíamos, que ese ataque a la estética y a la salud tienen un sentido, un respaldo intelectual, un porqué. Quizá usted y yo no lo comprendamos, pero lo tiene.

Ahora bien, hay un problema que el pensamiento refrigerador-climatizador no ha resuelto. Nos referimos a la temperatura del AVE, donde siempre hace frío, no importa la estación del año, y donde, si a usted le toca del lado de la ventanilla, tiene garantizada una gripe. En efecto, el aire (siempre frío insistimos) sale de unas rejillas situadas justo a la altura de los tobillos, a los que convierte enseguida en témpanos. Una vez colonizada esa zona del cuerpo, el frío sube por las pantorrillas, alcanza los muslos, y desde allí conquista el bajo vientre. Cuando penetra en los intestinos, ya está usted listo. Nos preguntamos si han tratado este asunto en el congreso de Madrid y si están dispuestos a aconsejar a RENFE para que cese en esa agresión constante a sus viajeros, sobre todo a quienes ingenuamente eligen ventanilla.

A lo mejor, piensa uno, es que RENFE no conoce la diferencia entre climatizar y refrigerar. Quizá piense que lo segundo equivale a lo primero. Y no es lo mismo. Refrigerar, con los adelantos actuales, resulta sencillo. Climatizar, en cambio, implica crear un ambiente grato para la lectura o para la contemplación del paisaje. Alguien debería explicárselo.

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