Por vez primera Aznar no asistirá este fin de semana al Congreso del PP. La magna convención de los populares será un auténtico paseo militar liderados por su gran líder, Mariano Rajoy. Ni tan siquiera "citarán" las graves acusaciones, un día sí y otro también, de financiación ilegal de sus múltiples campañas electorales Sólo pequeños interrogantes abiertos. ¿Confirmará a Cospedal como secretaria general, y a lo máximo nombrar un coordinador en la persona de Maíllo (¡las jóvenes promesas no acaban de medrar!)? De momento no se percibe ninguna intención de renovación. Seguirán vivos y coleando la mayoría de los actuales cargos directivos (¡quizás cae alguno aquello del qué dirán!). El hecho no es baladí. Los populares no tienen mayoría absoluta, lo que les obliga a pactar múltiples asuntos, y es un hecho que su actual equipo de momento no se muestra muy ágil en su voluntad y capacidad de concertación. De momento pretenden gobernar con el mismo chip que cuando contaban con mayoría absoluta. El primer reto es el presupuesto, del que no se conoce ni tan siquiera un borrador. Y las necesarias reformas siguen durmiendo el sueño de los justos, entre otras: la LOMCE, la reforma laboral, las pensiones, el modelo territorial (incluido el temido choque de trenes en Catalunya), la financiación autonómica, la reforma de la Constitución del 78?
Podemos también celebra su propia convención envueltos en graves batallas internas referidas al modelo y estrategias políticas del partido, aderezadas por descalificaciones y zancadillas de índole personal. Iglesias/Errejón, Errejón/Iglesias, representan dos modelos distintos. Iglesias, defiende un partido, Podemos, como "vanguardia" de las esencias, que tiene como labor principal estar presente y activo en la calle. Su presencia en el Parlamento es necesaria pero subsidiaria a la acción directa. Su "asalto" a la Moncloa no contempla como imprescindible contar con el PSOE, y en su caso con condiciones impuestas. Recuérdese aquella patética rueda de prensa de Iglesias rodeado de sus fieles, donde se repartían ministerios, mientras Pedro Sánchez despachaba con el Rey su voluntad de acceder a su Investidura Tal modelo y estrategia es el defendido por Iglesias. El otro modelo, defendido por Errejón, sin negar la importancia de la presencia y acción en la calle, pone en valor su acción parlamentaria a través de propuestas y acuerdos, donde el pacto con los socialistas tiene carácter estratégico.
De momento han trasmitido un modo de hacer política igualito o similar la practicada por la casta. Han perdido su virginidad y pueden pagarlo con pérdida de fidelidades y votos, aunque continúen con un "peso" significativo pero menos relevante. ¿Habrá ruptura entre las dos corrientes? No lo considero probable, aunque posible. Es probable que busquen y encuentren propuestas de acuerdo que eviten una imagen pública de ruptura. En cualquier caso, mucho me temo que los problemas de fondo pueden quedar sin resolver y los resquemores y desafectos personales vivos. Lo comprobaremos en los próximos meses.
A los socialistas les quedan meses para su Congreso, mientras siguen inmersos en sus propias cuitas, sin un discurso coherente, y en busca y captura de un líder. Precisamente la todavía no-candidata, Susana Díaz, celebrará este domingo un acto (¿mitin?) en Madrid, donde se pretende una presencia masiva (¡incluidos autocares!) y con la asistencia garantizada de parte de la plana mayor de barones con sus adláteres.
El espectáculo está servido.
