No se habla por escrito

Hiede que en España haya pena de cárcel para frases de menos de 140 caracteres sacadas del contexto de Twitter. El contexto de Twitter es nuevo y variable: a veces es el órgano que usa para mentir el presidente de EE UU, Donald Trump, a veces viene a ser una barra de bar donde se habla por escrito. El matiz es que lo que se habla por escrito no es hablado, es escrito y sus caracteres le dan otro carácter. Esas palabras carecen del sonido oral y no se las lleva el viento. La gente escribe "nos hablamos" para decir "nos escribimos". Urge corregir esa incorrección intencionada. En los tribunales, los jueces leen los mensajes denunciados y sentencian: unos le encuentran el espíritu a la ley y otros sólo ven el pie de la letra en el cuerpo del tuit. Una sentencia reciente argumenta que algunos tuits legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales. Uy. Hay gente pacífica en sociedades hostiles a la que se le ocurren soluciones de los conflictos sociales que los gobiernos de esas sociedades calificarían de terroristas. Aquí no pasa pero aquí se condena casi como cómplice de un terrorista a alguien que sólo escribió una idiotez o un chiste.

Hay humor que lleva a la hiperventilación de la carcajada y hay humor que corta la respiración. El humor puede ser negro o con el Ph de la acidez muy subido. El humor puede ser malo y fracasar y no merecer pena. También un comentario malvado puede ser un asco y no entrar en la esfera del terrorismo de pensamiento, palabra, obra y omisión legislado en España. Cambiar la ley es más barato que cambiar los jueces. Aparte, ahora que cualquiera tiene medios para expresarse conviene aprender a usar los medios y la expresión y saber que lo que decimos en alto y ante desconocidos no es lo mismo que lo que decimos en familia o entre amigos, que puede tener consecuencias, no ser bien interpretado o no ser aceptado.

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