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Llorenç Riera

La suciedad del amaño de facturas en Cort

Cuando saltó el escándalo de las irregularidades en la concesión y explotación del sistema de aparcamiento en las zonas azules de Palma, más conocido como ORA, ya se dijo que sobre los principales implicados, la propiedad y entorno de Instalaciones Roig, caía la sospecha de su vinculación en el amaño de otros servicios y contrataciones municipales. Al propietario de la empresa se le atribuía la connivencia directa con algunos artífices de la gestión del PP en Cort durante el periodo de la alcaldía de Mateo Isern.

Estos indicios van tomando cuerpo. A partir de la instrucción realizada por el juez Penalva y el fiscal Subirán, la Policía ha detenido ahora al titular de la mencionada empresa, a su gerente, a un exresponsable del Institut Municipal d'Esports y a otro empleado municipal. Todo indica que se dispone de documentación abundante que les implica de lleno en una presunta trama destinada al amaño y extensión de facturas falsas vinculadas a las instalaciones deportivas municipales y, lo que resulta peor, a servicios y trabajos no realizados. Puede haber más personas implicadas aparte de las mencionadas, en una cuestión que es grave por su calado, pero también por su reiteración. El lastre de asuntos de corrupción vinculados o emanados del ayuntamiento de Palma llega a ser asfixiante. Cort sigue siendo más noticia por las irregularidades heredadas, o postergadas, que por el mérito o solvencia de la gestión realizada. Esta, por desgracia, es una cláusula suelo que no se puede anular, más bien se debe depurar desde la clarificación, la exigencia de responsabilidades y la garantía de que no volverá a repetirse. En eso están los tribunales y esperemos que también los actuales ediles de Palma. De lo contrario, el día menos pensado el ciudadano repudiará y dejará de reconocer a su Ayuntamiento.

El último caso desvelado a partir de las detenciones de ayer afecta de modo especial a siete piscinas esparcidas por los distintos núcleos del término municipal de Palma y se remonta al año 2012. Lo importante era cobrar y hacerlo a buen precio, a semejanza de lo que ya pasó, presuntamente, con la ORA. Que las piscinas estuvieran sucias o limpias era lo de menos. Es una verdadera lástima que los servicios deportivos municipales en particular, para este caso y Cort en general, para este y todos los demás, no supieran o no quisieran, que sería más grave, blindarse frente a desaprensivos y demás aprovechados. No solo eso, de cuanto ha trascendido de la investigación hay motivos suficientes para sospechar que los atraían porque en ello, en su connivencia, había una presunta fuente de financiación irregular para el PP. Yo te concedo la contratación sin mayor control, poco me importa lo que hagas, pero no te olvides de hinchar las facturas porque de este modo podrás darme una porción de lo cobrado para mis asuntos de partido. Este ha sido muchas veces el reglamento municipal que ha estado en vigor.

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