Si atendemos a las informaciones que llegan de la inauguración de Fitur, resulta que el estreno de la Feria de Turismo de Madrid ha sido una fiesta en todos los sentidos y que el evento transcurrirá por los derroteros del optimismo y el éxito en las jornadas que le restan. Todos parecen estar contentos, incluida la delegación turca que reconoce la pérdida de visitantes como consecuencia del terrorismo que azota al país o Italia que se reconforta con las muestras de solidaridad y apoyo tras los nuevos terremotos de ayer.
Fitur es un oasis. La etiqueta de año del turismo sostenible que le ha impregnado la Organización Internacional del Turismo (OIT) contribuye a ello. Su secretario general, Talef Rifai, dice que se trata de instrumentalizar una "herramienta eficaz del desarrollo sostenible y del avance de los pueblos". El Govern también se ha sumado a este carro. La presidenta Armengol ve en la sostenibilidad un recurso para obtener más ocupación, mejor calidad y mayor estabilidad, con la ventaja de que todo ello contribuye a la cohesión social.
Estos nuevos conceptos turísticos están en boga y dada la mayor sensibilidad ecológica y sostenible son incluso un excelente instrumento comercial. Ahora lo verde se vende bien pero es un color difícil de homologar con los nuevos planes de expansión que anuncian las empresas mallorquinas o la mayor incidencia sobre el turismo nacional, que el año pasado ya creció un 5% en Balears, y que también defiende el Govern Armengol. Esta sostenibilidad no va, desde luego, en la misma línea de decrecimiento que empieza a reclamar con insistencia el GOB o la evidente saturación que se observa en algunas zonas turísticas de Mallorca. Y que se mantendrá o se incrementará en 2017 porque, por si acaso quedara alguna duda, en la Fitur de la alegría también se confirma la máxima ocupación en todo alojamiento posible y la dilatación, en sus dos extremos, de la temporada.
El grupo Melià ha aprovechado la feria para promocionar su expansión con 23 nuevos hoteles en 15 países distintos, de los cuales tres se reservan para España. Air Europa despega desde Fitur su nueva línea Madrid-Honduras y hasta la Marca España resalta en ella el nuevo sello del turismo de salud. Aún queda espacio en los 62.494 metros cuadrados de la muestra para implantar una nueva modalidad de traslado vacacional que va adquiriendo nuevos adeptos, la de viajar en compañía de las mascotas. El turismo se diversifica y especializa al mismo tiempo, de forma paralela.
Pero una feria que tiene la obligación de estar a la última no podía prescindir del alquiler vacacional y de su regulación íntegra que ahora tiene entre manos el Govern. El vicepresidente y conceller del ramo, Biel Barceló, se alegra de que el Gobierno Rajoy quiera ordenar también la cuestión. Sin embargo recuerda que se trata de una competencia reservada a las comunidades autónomas. Es posible que el Ejecutivo balear haya topado con un nuevo punto de desencuentro en Madrid que deberá sumar a hoteleros y ecologistas.
