Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Hoy se cumplen 25 años exactos

Suerte que tenemos artículo, porque hoy se cumplen 25 años exactos del estallido del caso Calvià. Nos asiste todo el derecho a resaltar esta efemérides, porque significó la cuna de la corrupción en Mallorca. La compraventa frustrada de un concejal de la mayoría gobernante, también enmarcó el primer escándalo que cursó con una sonada condena judicial, por no hablar de la multiplicación de titulares en toda España. Un Watergate, proclamó el fiscal apasionado. La alcaldesa Margarita Nájera llegó a lamentar el daño turístico que la alusión criminal a su municipio le ocasionaba en todo el mundo.

Han transcurrido cinco lustros exactos, desde que un concejal independiente pero adscrito al PSOE se colocara una grabadora hoy primitiva -¡con cassettes, imagínese!- en el bolsillo interior de su americana. El sobornador le susurra confianzudo, en unas cintas que se erigieron en el protocolo oficial de la corrupción, casi igualado por el "amiguito del alma " de El Bigotes. La efemérides no nos devuelve tan solo los recuerdos, permite que nos alcancen también los sabores. Con 25 años exactos de ventaja, todavía percibimos la sequedad en los labios, la mirada glacial de los corruptos que se camuflaban en una misión ideológica. Una fecha intermedia no permite recordar con fidelidad. En cambio, la exactitud en el calendario garantiza calibrar cuánto hemos avanzado desde entonces, o si no nos hemos movido de la casilla de salida.

Lo siento si han llegado hasta aquí, pero ni siquiera me he tomado la molestia de consultar las fechas. Se cumple alrededor de un cuarto de siglo del caso Calvià, pero año arriba año abajo y mes a la derecha o a la izquierda. Mi único objetivo era denunciar la artificialidad de las efemérides. No se sienta frustrado, si ha revivido en algún grado las emociones que le asaltaron al destaparse el escándalo. En contra de su pretensión de exactitud, el periodismo conmemorativo apela a las vísceras y no a los números. El entusiasmo narrativo obra el milagro de excitar la pituitaria de nuestra memoria. La implicación no solo consigue abordar el acontecimiento como si hubiera ocurrido hoy, sino como si hubiera ocurrido. O como si nos importara.

Compartir el artículo

stats