Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Camilo José Cela Conde

Abogados

Este periódico se hizo eco ayer de la iniciativa del Colegio de Abogados de las islas (ICAIB) para celebrar la jornada de puertas abiertas que tendrá...

Este periódico se hizo eco ayer de la iniciativa del Colegio de Abogados de las islas (ICAIB) para celebrar la jornada de puertas abiertas que tendrá lugar el viernes próximo brindando asistencia letrada a los ciudadanos que crean necesitarla. Ochenta colegiados serán los encargados de ofrecer de forma gratuita consultas encaminadas a inculcar a la ciudadanía el hábito de la prevención en materia de leyes y reglamentos, en la idea, bien prudente, de que vale más prevenir que curar.

Cuando se vive en un país sometido a una reglamentación legal obsesiva, el prevenir las consecuencias de cualquier paso que haya que dar se convierte en una necesidad. Decía el profesor Tuñón de Lara que España es uno de los lugares de todo el mundo que más legisla aunque, puede que por la norma de las compensaciones, una vez publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado nos olvidamos de ella. Pero la llegada de las distintas crisis económica, política, institucional ha hecho que esa salvaguarda del olvido desaparezca. Es como si los ministros hubiesen descubierto de pronto que tienen en sus manos unas armas de lo más eficaz y se animasen a utilizarlas incluso en conflictos que se sabe que la judicialización los agravará, con el asunto de la iniciativa soberanista de Cataluña como mejor ejemplo. Pero cuando el ansia por aplicar una ley a menudo absurda llega hasta el ciudadano, las consecuencias son catastróficas porque no tenemos la costumbre de ponernos la venda antes de que aparezca la herida cruel.

El ICAIB quiere sembrar en nuestras conciencias la virtud bien sana de la consulta previa con el abogado antes de emprender un camino que no se sabe dónde terminará. Es de esperar que el viernes haya una avalancha de interesados en el Colegio de Abogados y cabe pronosticar que la mayoría de las consultas tendrá que ver con asuntos laborales o fiscales porque son esos dos apartados los que más inquietan. Por desgracia, a la consulta preventiva suele seguirle la necesidad de amparo una vez que el problema se convierte en real. Y entramos ahí en otro asunto que necesita de iniciativas como la que el ICAIB promueve ahora, pero extendidas en el tiempo. Me decía un amigo cuando me vi en tales necesidades que quienes somos pobres no podemos permitirnos un abogado barato. Tampoco queda claro que tengamos la posibilidad de contratar uno caro, con lo que tal vez la consulta previa más necesaria sería la de cómo se puede hacer frente a la maquinaria del Estado o de las grandes empresas cuando uno no tiene detrás el soporte económico necesario para comprar la honda que utilizó David frente a Goliat. Como no estaré este viernes que viene en Palma me veré privado del consejo gratuito que lo aclare. Y lo siento. Porque están llegando ya los tiempos en que los conflictos terminan no ya en los tribunales sino en el campo de batalla.

Compartir el artículo

stats