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Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

La cobra de Bisbal

Puede que algún malintencionado se pregunte por qué la formación de gobierno que corría tanta prisa ha hecho puente. El lunes por la tarde, Mariano Rajoy esperaba nervioso a las puertas del Palau Sant Jordi para asistir al concierto de 'OT, el reencuentro'

Mariano Rajoy.- Pedro amigo. Qué alegría que lo de Évole haya coincidido con nuestra quedada secreta y así te ahorras el puente aéreo, que ahora eres un parado más y debes vigilar los gastos. Solo una crítica, no me ha gustado verte en mangas de camisa en la tele en plan Iglesias. No es de recibo ni en La Sexta.

Pedro Sánchez.- Creo que la he pifiado, Mariano. Me vine arriba y el Ibex 35 no se lo ha tomado bien. Me van a dar con la puerta giratoria en las narices.

Rajoy- Sé fuerte, Pedro. Tranquilo, tú hazme caso a mí, y espera? que el tiempo lo barre todo. Quince años ya de nuestra apuesta. Yo iba con Bisbal y tú con Bustamante, ¿te acuerdas? Siempre has sido un perdedor.

Sánchez- ¡Pero ganó Rosa y te quedaste la porra alegando que era dinero negro! Pobre Busta. Ninguneado en el reencuentro. Nadie aprecia el talento, ni los sacrificios...

Rajoy- Eso es verdad, mira lo que ha adelgazado Rosa y sigue sin novio, aunque yo no leo revistas del corazón, me las resume Soraya. Tú míralo así, eres un mártir del bipartidismo, y si te ves muy mal, pues oye, te mando de agregado de Wert a París. Yo estos diez meses en funciones he podido repasar los vídeos de OT que me regalaste por mi cumpleaños y reafirmar mi liderazgo. ¡Créetelo, vamos, vívelo! Que decía Ángel Llàcer. Llorando no se gana.

Sánchez-¡Pero Busta ganó llorando! La historia es tremendamente injusta con nosotros los visionarios. Solo vende la víscera.

Rajoy- Miénteme, castígame... Tengo diez llamadas perdidas de Joserra Bauzá, otras tantas de Fernández Díaz, y una de la Cospedal que me canta 'es urgente que vengas y me digas qué pretendes'. Qué pesados con el nuevo gobierno, qué prisa tienen. Con la pereza que me da todo ese lío de directores generales y cuñados por colocar.

Sánchez-No sintonizan, Mariano. No están con las bases, con el pueblo, que lo que quiere es saber si esta noche ocurrirá lo que todos queremos? o si la realidad nos da otra vez en las narices.

Rajoy- Ya votamos en el grupo de whatsapp del Congreso y tú eres el único empeñado en que no vuelven. Eres tan frío, Pedro, no confías en el amor, te ha dejado secuelas el famoso abrazo del oso. Está clarísimo que vuelven. Para alguien como yo, un señor de Pontevedra, acostumbrado a interpretar las señales? Ay, que ya salen.

Sánchez- Están igual que hace quince años, Mariano. Me estalla el corazón. No sé si cambiar mi voto. Diría que ella le ha perdonado y que él aún la adora.

Rajoy- Estás a tiempo de abstenerte. Piénsatelo. Qué morbazo. O vota sí, que se besan, y así acabas el mes con algo ganado. Pero míralos, segurísimo que se dan un pico como esos de Podemos.

Sánchez- Ella le ha perdonado, mira cómo se lo come con los ojos. Y además es de Mallorca, tierra de leales, de gente con el corazón grande y que sabe pactar a la izquierda. ¡Chenoa, guapa!

Rajoy- No me sentía tan feliz desde el gol de Iniesta.

Sánchez- Cambio mi voto, venga, por una vez me sumo a caballo ganador. Digo que donde hubo fuego queda brasa? ¡Noooo!

Rajoy- Qué tío. Le acaba de hacer la cobra, a no ser que sean unos hilillos que han tirado de Bisbal así hacia atrás?

Sánchez- ¡Traidor! Andaluz tenía que ser. Como Susana Díaz. Como Felipe. No van de cara, no son de fiar. Te apuñalan, te dejan tirado y en chándal.

Rajoy- Bueno, Pedro, siempre nos quedará Bustamante. Un ejemplo de estabilidad hispánica. Recuerdo que yo voté por él.

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