Con los deberes hechos a nivel regional y enfrentada a las tesis oficiales de su debilitado partido estatal, Francina Armengol se propone ahora no despreciar oportunidades para afianzar su liderazgo al frente del Govern y al tiempo pretende que le retiren de su camino todos los obstáculos de signo político. O ella o el caos. No hay alternativa mejor. Este es el mensaje que se pretende impregnar sobre el comportamiento de los tres socios del Pacte...
Armengol se ha opuesto hasta donde le ha sido posible al gobierno de Mariano Rajoy. Lo ha hecho con significativas secuelas para ella y sus diputados en el Congreso, dentro del PSOE. Podemos no podrá hacerle más reproches en este sentido por mucho que Laura Camargo siga insistiendo desde la tribuna del Parlament en recriminar la abstención socialista. La sobredimensión de la actividad parlamentaria, en este caso, perjudica a los intereses y la necesidad de gestión en el ámbito balear.
Es en este punto donde Francina Armengol halla argumento para delimitar competencias y marco de actuación. La presidenta pidió ayer a Podemos que "sume" y aporte la dosis necesaria de "entusiasmo" para "no perder el tiempo discutiendo entre nosotros". También invitó a no errar objetivos teniendo en cuenta que "el adversario es la pobreza y la desigualdad". Dicho con otras palabras, Armengol aspira, en el peor de los supuestos, a que la cuestionen por su gestión en Balears, pero no quiere que la utilicen como pieza arrojadiza contra la abstención socialista en el Congreso que ha dado alas al Gobierno de Rajoy que se conocerá hoy. Dado que los comportamientos ya están consumados, la líder del PSIB intenta también poner límites y evitar injerencias, reclamando respecto por los ásperos procesos internos que debe atravesar ahora su formación a nivel estatal.
De una forma u otra, casi todos los partidos se interesaron ayer en el Parlament por la estrategia que piensa seguir el Govern Armengol en su relación con el nuevo gobierno del PP en Madrid.
Ciudadanos se sitúa en una posición próxima a la equidistancia y al tiempo que alienta una actitud reivindicativa aboga por evitar el "enfrentamiento permanente". El Pi ve en la minoría parlamentaria de Rajoy una oportunidad útil para incrementar el nivel de exigencia y lograr un mayor número de mejoras para Balears. En medio de todo ello, Armengol viene a pedir carta blanca en su actuación recordando que aquí solo hay dos alternativas, o Govern de izquierdas o Govern del PP. Es la recomposición del mapa y los comportamientos políticos después de la investidura de Rajoy.
