Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Carlos Llop

A vueltas con Dylan

Una constante periodística ante Dylan Nobel ha sido la de considerar el premio de este año "polémico". Desde su anuncio ya se le otorgó esta categoría, polémico, cuando el premio a Dylan ha sido sorprendente, pero no polémico. La polémica ni siquiera se crea ya en la calle. Como la llamada alarma social sea lo que sea eso, que tampoco. La polémica se crea en la prensa que acuciada por la crisis de ventas, cósmica, se agarra a cualquier salvavidas, por erróneo que sea y sobre todo, se crea en uno de sus enemigos naturales: las redes sociales, que la van arrinconando. Ahora en cuestión de segundos cualquier cosa es polémica o escandalosa y, desde luego, sin lugar para los matices. O blanco o negro. Y en los periódicos hemos sido tan ingenuos que hasta se ha metido twitter y facebook en casa. Como un caballo de Troya al que se la da marchamo de validez, sin tener en cuenta que el primer distorsionador de conductas y opiniones es el anonimato.

Bien: ya tenemos no pasará de esta semana, nada dura nobel polémico. Polémica es la que han tenido dos académicos de la RAE, también esta semana, donde uno de ellos, Arturo Pérez-Reverte, ha dicho algo muy cierto: hay académicos que dan lustre a la Academia y otros a los que la Academia da lustre. Esto es así y ocurre en cualquier academia. Al entrar en una de ellas, hay autores cuya obra cobra una presencia y un aparente prestigio que no se merece en absoluto y otros cuya obra enriquece a la institución y ésta se convierte en testimonio de ello.

Ser nobel es entrar en una academia, digamos olímpica. Y para hacerlo, unos se trabajan lo que pueden consiguiéndolo o no y otros no hacen nada más que su oficio, que es su arte. Esto ocurre en todas las academias y en las que no son olímpicas estas maniobras se notan más de muchas de ellas queda constancia escrita, como se nota en tantos la búsqueda de lustre en el honor. Bob Dylan, por ejemplo, no ha hecho nada para que le dieran el nobel. No estoy diciendo que no se lo merezca, en absoluto y ya he escrito aquí sobre eso el mismo día que se lo otorgaron, sino que nunca maniobró para obtenerlo. Sólo se dedicó a lo suyo, escribir, componer y cantar como forma de vida y vivir para eso, también y poco más, que ya es muchísimo. Pero no estableció estrategia alguna para ser nobelable, nobel o lo que fuere. Le han dado el nobel, no lo buscó. Y así como en cualquier otra academia esto es una rareza las maniobras son dignas a veces de von Clausewitz, no lo es tanto en Estocolmo y de ahí tantas sorpresas. Dudo mucho, por ejemplo, que lo buscara la gran Svetlana Aleksiévich y desde luego Modiano no lo buscó nunca tampoco. Su sorpresa al enterarse enorme fue sincera. Pero no crean, está lleno de "seres puros" que no paran de tejer y de ser anti y ser pro al mismo tiempo, a ver si cae algo. Lleno.

Y tras determinar que el premio era polémico y no sorprendente, se ha decidido entrar en el silencio de Dylan. "Dylan no responde a la Academia Sueca". "Dylan pasa del Nobel". "Lea los whattsaps de la Academia al cantante" (que por cierto parecían cualquier cosa menos mensajes escritos por un académico de Literatura). Como si por ser premiado con el nobel, Bob Dylan hubiera tenido que dejar de ser Bob Dylan, el judío errante que atraviesa el tiempo y los espacios y nunca se sabe dónde se encuentra, aunque por todos los lugares es visto. Esta es una de las encarnaciones de Dylan y a ella se le pide que conteste qué risa o se interpreta inmediatamente su silencio como desdén. O sea que un hombre que nunca ha respondido a los requerimientos del mundo y de eso ha hecho una forma de vida, ha de responder ahora al teléfono. La polémica. Blanco o negro, en fin. Supongo que lo siguiente será: "¿asistirá Dylan a la ceremonia de entrega de los nobel?".

Todas estas tonterías nos indican cómo han cambiado las cosas de los 60/70 hacia aquí y cómo se han perdido las coordenadas, por ejemplo, que han hecho posible que Dylan hoy sea nobel. Y cuando digo "sea nobel" me refiero a que un artista como él creciera entre nosotros y formara parte esencial en nuestra educación. Que haya sido y sea una parte importante de nosotros porque su lenguaje nos explicaba antes de que nosotros mismos pudiéramos comprendernos. Esto se ha ido al garete y el nobel a Dylan es la proa del Titánic que se hunde. Y todas estas tonterías, repito, las pipas y palomitas de los que ahora ven la película, que no la realidad.

Compartir el artículo

stats