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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

El Cristo de las abortistas

Nos consta que Mahoma rebanaría el gaznate de las abortistas mallorquinas que invadieron la iglesia de Sant Miquel, si hubieran ejecutado su gamberrada en una mezquita. En cambio, desconocemos la respuesta que Cristo hubiera dado a las jóvenes. El Mesías disentía a menudo de sus apóstoles, y su actual Papa ha sometido a consideración la redención de mujeres que habían abortado. Francisco se ha sumado también a las feministas que denuncian el entrelazado perenne de ovarios y rosarios, que el Pontífice atribuye al "narcisismo" vaticano. Sorprende que el obispado de Mallorca, que pedía cárcel para las veinteañeras que se manifestaron durante la misa, no llamara a testificar en el juicio ante la Audiencia a Jesucristo, dado que está vivo. Por lo visto, desconfían del testimonio del fundador de su religión, como el inquisidor de Los hermanos Karamazov. Cristo solo ha sido crucificado una vez porque no hay segunda venida.

Por gritar con énfasis en un templo sin causar el mínimo desperfecto ni lesión, seis jóvenes se sentaron en el mismo banquillo de Matas y Munar. Cinco de ellas han sido premiadas con un año de cárcel. Cristo también fue un delincuente que causó desórdenes en el templo, con perdón. Ni siquiera voy a mencionar la asesinada libertad de expresión. Tampoco reivindicaré el derecho a la blasfemia de una sociedad que otorga el Nobel a Dario Fo y encarcela a quienes siguen sus enseñanzas. Sin embargo, durante el juicio eché en falta una pregunta a feligreses y oficiantes:

-¿No encontraron un poco aburrida la celebración de la misa del domingo siguiente a la invasión, sin la energía desbordante que transmite la algarabía juvenil?

Los profesores demandan a sus alumnos, los sacerdotes se querellan contra sus ovejas descarriadas, Mallorca se ha convertido en una isla extraña. No tengo claro que Cristo hubiera condenado a un año de cárcel a las veinteañeras exaltadas. De ahí que la Iglesia las haya relajado al brazo secular, menos compasivo. El obispado de Mallorca ha labrado un futuro de cárcel a cinco jóvenes mallorquinas, por aullar su falta de fe. Enhorabuena por este éxito doctrinal, ya que no pastoral.

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