Resuelta la última incógnita, el complejo del Palacio de Congresos de la bahía de Palma y su hotel anexo pueden iniciar la cuenta atrás para su inauguración. A lo sumo, podrá prolongarse hasta el próximo mes de marzo. Este es el máximo que conceden los plazos establecidos en el proceso de adjudicación, una vez que se ha resuelto un concurso que, esta vez sí, parece definitivo. Si algo tiene en estos momentos el complejo, son sobrecostes y disputas que se intentan mitigar y retrasos difíciles de justificar. Pero ahora las bambalinas de la inauguración visible solo resaltarán el mérito de una apertura que ya era obligación.
La mesa de contratación opta por Melià Hotels International para la explotación del Palacio de Congresos. Solo falta el trámite del refrendo de la sociedad gestora del recinto y del pleno del ayuntamiento de Palma. Melià se ha impuesto al otro pujante, el grupo Barceló, con una plica, en la última fase del proceso, que compromete un alquiler anual de 2,1 millones de euros y el 5,59% de las ventas. El contrato se formalizará por un periodo de 15 años. El otro aspirante, Barceló, ofrecía 2 millones y el 5,1% de las ventas. Meliá ha vencido porque, con 80 puntos sobre un total de 100 en su propuesta económica, su alquiler acaba siendo medio millón superior a la cifra mínima exigida y reporta 400.000 euros más que en el penúltimo concurso.
Hay que recordar que el derrotado, el Grupo Barceló, mantiene un litigio por haber sido retirado de la adjudicación precedente pero, según el alcalde de Palma, José Hila, todo se ha hecho en base a informes técnicos que avalan la decisión tomada. Si atendemos a las mismas explicaciones dadas por el primer edil y el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, parece que ahora hay cola para organizar eventos y convenciones en el Palacio de Congresos. Todos los malos tragos y parones padecidos se dan por buenos ante la proximidad de la inauguración. Incluso se etiqueta de mal menor un desvío presupuestario de 900.000 euros con el que el complejo habrá costado, oficialmente, 107,5 millones de euros. Pero en esta suma no se incluyen los 20 millones de la dirección de obras ni los gastos que han acarreado las modificaciones y las sucesivas convocatorias de concursos. Tampoco el coste del solar del hotel que era de propiedad municipal.
En el último tramo del recorrido camino del estreno, el Palacio de Congresos debe cerrar la instalación de las butacas que, según la concejala Adrover, se adjudicarán por 765.336 euros. En el aire de la negociación están también los 17 millones que reclama Acciona por el retraso de las obras. Pero ahora el alcalde y el vicepresidente solo ven en la apertura del Palacio un notable incremento de la oferta turística y complementaria para la ciudad saturada. La propiedad de Meliá se siente contenta por el logro alcanzado y se apremia a abrir el recinto antes del máximo legal establecido. Quiere exprimir la oportunidad de dinamizar la economía y alargar la temporada turística.
