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José Francisco Conrado de Villalonga

Los escaños en el Congreso

Comentaba un ladino conversador que, desde octubre del año pasado Congreso y Senado, constituidos en dos ocasiones, continúan sin actividad y, tan siquiera, decía, son capaces de ponerse de acuerdo para formar un gobierno, siendo esto su primera responsabilidad y salir ya de una administración pública "en funciones". Menos mal que en cuanto a la Jefatura del Estado no cabe la ficción de "en funciones", el rey se mantiene en su sitio y ejerciendo. Mientras, otro participante sostenía que sí, que habían conseguido algo y, preguntado si podía explicar que habían hecho durante este tiempo contestó que recibir el sueldo, dietas, viajes gratis, móvil, tableta, tomar gin tonics en el bar, etc. Otro tertuliano algo molesto dijo que si esto era así podría entenderse como un fraude a la ciudadanía que sí cumple con su obligación de ir a votar, de ir a trabajar y tributar para que entre otras utilidades, ellos los diputados, puedan cobrar. Un cuarto presente en la reunión entró en la conversación y dijo que habían hecho algo más, pelear por la distribución de los escaños.

Ningún partido está conforme con la distribución de los espacios en el hemiciclo, quieren estar en donde las cámaras de televisión tengan facilidad para captar su imagen. Las dos grandes formaciones parece tienen su sitio en propiedad, por codicia territorial, y el resto que se apañen. Esto ha provocado protestas, quejas y discusiones. Podemos dijo que ni en broma podía admitir quedarse en el "gallinero", Ciudadanos por su posición de centro quería estar en el centro, claro, los nacionalistas quieren un espacio independiente, lógico, etc. La ubicación no es cosa de broma, puede acabar mal, en otros parlamentos, en ocasiones, se ha llagado a las manos por cuestiones parecidas. En una sesión de la Cámara de Ucrania se acabó a golpes por una cuestión banal sobre la lengua; en Méjico el Senado vivió una batalla campal por un asunto en capítulo de gastos "egresos", como dicen ellos y está muy bien expresado, el egreso es el antónimo del ingreso, y en Corea por un desacuerdo sobre un convenio comercial se llegaron a lanzar bombas de gas entre los diputados.

Para que aquí no sucedan episodios como los que se han vivido en otras latitudes hubo una ocurrente sugerencia. Dado que no se exige un mínimo de formalidad o religiosidad en la indumentaria, se podrían ubicar según su atuendo, pues como dirían los ingleses hoy ya se admite todo, en el Palacio de las Cortes vale el vestuario "casual" informal, despreocupado. Realmente hay que ver cómo se engalanan sus señorías y dicen que representan a los electores?. Las formas, tan importantes para una convivencia civilizada y educada, se han perdido definitivamente. Cuando se observa a algún diputado en camiseta pululando por la tribuna de oradores, la Institución pierde toda consideración y cuando vemos a algún líder político acudiendo a una audiencia con el Rey en mangas de camisa hay que recapacitar sobre lo que está fallando en el sistema.

El ocurrente hablador siguió desarrollando su propuesta y aconsejó a sus señorías que se reubiquen y lo hagan por grupos según su forma de presentarse en la Cámara, por ejemplo los que peinen coleta que se sitúen en el extremo izquierdo del salón; los que vayan con tatuajes al lado de los que peinan rastas; los que se han perforado el cuerpo con un piercing gerundio de to pierce, agujerear, un poco más arriba ; los que lleven barretina, en forma de manga que pende y los que se cubran la cabeza con chapela, con mucho vuelo, en lo alto, por la zona de la derecha, desde donde podrán otear cómo va la soberanía del país; los de la camiseta en Mallorca hay una variante que se llama mariol·lo, cerca del aire acondicionado; los de mangas arremangadas un poco más abajo; los de chaqueta sin corbata en el centro derecha y los de americana y corbata claramente a la derecha del anfiteatro. ¡Ah! No hay que dejar de lado a las diputadas que dan de mamar, in situ a pesar de la existencia de una magnífica guardería, en un sitio muy vivible, hay que promocionar la leche materna?.

El último que intervino en la charla propuso que al no tener los señores diputados ocupación alguna y estar solamente preocupados por los asientos, que se entretengan traveseando al juego de la silla. Consiste en colocarse detrás de un círculo con tantas sillas como participantes menos una y, danzar al son de la música. Al parar la música tienen que sentarse rápidamente para no quedarse sin asiento, pero al faltar siempre una silla alguno permanecerá, inevitablemente, de pie y será expulsado del juego y así sucesivamente? Parece ser que el juego resulta muy festivo y puede dar de sí hasta acercarse a las terceras e incluso a las cuartas elecciones. Si se cansan con este esparcimiento podrían dejar de discutir por las poltronas y pelear algo más por el país.

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