La oficina del censo de los Estados Unidos, algo así como el INE español, ha publicado los grandes datos macroeconómicos norteamericanos correspondientes a 2015. Según dicha institución, durante el ejercicio los ingresos de las familias crecieron "al ritmo más rápido de la historia" fueron en promedio de 56.516 dólares, un 5,2% más que el año anterior, y el crecimiento fue más rápido en los hogares con ingresos medios y bajos; la tasa de pobreza experimentó el descenso más rápido desde 1968 el número de personas bajo el umbral de pobreza se redujo en 3,5 millones, y quienes más se han beneficiado han sido los afroamericanos, los hispanos y los niños y la proporción de ciudadanos sin seguro médico es también más baja que nunca hay un 1,3% menos de no asegurados. Pese a estos datos, la situación no es todavía todo lo boyante que debería ser: todavía hay en EE UU 43 millones de pobres y un 9,1% de americanos no tienen cobertura sanitaria. De cualquier modo, lo que más ha contribuido a la mejora ha sido el crecimiento del empleo y el logro de una tasa de paro del orden del 5%, prácticamente el desempleo estructural, todo ello con mejores salarios (es decir, al contrario de lo que sucede en Europa).
Estas cifras han permitido a un periódico catalán titular: "EE.UU. registró en el 2015 un aumento histórico de ingresos de la clase media. Obama logra un milagro poro reconocido con políticas opuestas a las europeas". Quizá sea llegado el momento de que en Europa reconozcamos el desastre y empecemos a practicar las políticas socialdemócratas norteamericanas.