Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los límites del sistema

El nazismo llegó al poder democráticamente, como todo el mundo sabe. Y Erdogan „pongamos por caso„, que también posee plena legitimidad democrática, está empezando a comportarse como un tirano€ Ambas evidencias permiten plantear un problema irresuelto: ¿debe haber límites exteriores, objetivos, permanentes, que acoten el terreno de juego democrático, o, por el contrario, hemos de considerar que el pueblo soberano de un país es plenamente dueño de su destino, aunque decida suicidarse o agredir a otros actores de la comunidad internacional?

La pregunta viene a cuento de las excentricidades de Donald Trump, un sujeto atrabiliario que, en su desvarío, está emitiendo propuestas que, si este personaje excéntrico llegase al poder presidencial en los Estados Unidos, podría llevar al mundo a situaciones muy delicadas. Trump propone una especie de guerra de religiones, ya que proscribiría o limitaría gravemente el libre desarrollo de la islámica, y, lo que es más grave, denunciaría el Tratado del Atlántico Norte, que se basa como es conocido en la defensa solidaria común del Occidente democrático, de forma que si uno de los socios es atacado, todos tienen la obligación de salir en su socorro.

El problema que generarían estas decisiones trascendería del ámbito norteamericano, evidentemente. Y las preguntas se agolpan: ¿debería el propio sistema político americano limitar las candidaturas de quienes proyecten derivas que contradicen la esencia liberal del país? ¿Es lícito que el establishment dé opciones a quien propugna una tan oscura regresión?

Compartir el artículo

stats