Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llorenç Riera

Palma, ciudad virtual suspendida en el aire

Palma lleva lustros siendo una ciudad que se maneja mucho mejor en el plano teórico que en el real. Es una realidad que, paradójicamente, se acrecienta a medida que avanzan las nuevas tecnologías. Este es el motivo por el cual la ciudad de postal envidiable tiene serias dificultades para ser reconocida a pie de calle. La Palma del turista no es la urbe del residente. Casi se dan la espalda cuando lo ideal sería que una y otra se diluyeran sobre un mismo equilibrio.

La ciudad superpuesta está en crisis. El espejo en el que se refleja está trucado. Los medios extranjeros la ponen por las nubes, la elevan a paraíso terrenal y los visitantes derrochan alabanzas tras la estancia. Con tanta ingravidez no extraña que Palma pueda disponer, ahora mismo, antes de lo programado, de la mejor conexión wifi gratuita de todas las grandes urbes europeas. No solo eso, lo hace con un uso y fiabilidad casi perfecta que da unos excelentes resultados comerciales a sus promotores.

Pero la Palma que salta a la pantalla del móvil, la tablet o el ordenador no es la Palma que ha sido incapaz de inaugurar el Palacio de Congresos ni la ciudad colapsada de coches y peatones. Tampoco, por supuesto, la de los papeles, cascotes y trastos en las vías públicas o los olores innombrables en cualquier esquina. Palma no ha sabido consolidar un sistema de recogida neumática de residuos, ni pasar la escoba con regularidad, pero se maneja como nadie en las conexiones inalámbricas. Mejor el aire que el subsuelo. A falta de pavimentación para unificar lo imprescindible con lo necesario y lo conveniente, el bache, sin señalización adecuada, resulta más que evidente.

Pero alegrémonos porque gracias a la eficacia de la red wifi en expansión el pasado mes de julio se colgaron doce millones de fotos de Palma en Facebook y eso no hay quien lo mejore, sobre todo desde el punto de vista del uso y la promoción turística. Las cifras registradas a través de Yotube, Google maps y Whatsapp, entre otras redes sociales y servicios, están en la misma línea.

El retraso que se padece en todo lo que toca tierra se compensa con creces en el aire. La instalación de routers, con unos 350 puntos de conexión, avanza tanto que en un año se ha hecho lo que se pensaba realizar en cuatro. La expansión comercial de la empresa no ofrece lugar a dudas. Pronto los publicistas se darán codazos para colgarse del wifi público palmesano.

Pero mientras el ocio vuela y se recrea en el aire, la ciudad de la vida cotidiana se las ve y se las desea para guardar el tipo y un mínimo de ilusión. La pregunta es por qué tiene que haber tanta diferencia entre una cosa y otra. El "modelo de ciudad" que ha acuñado Cort peca de fragmentación y exclusión ¿ Alguien tiene visión de la Palma de conjunto integradora? A lo mejor flota en el wifi.

Compartir el artículo

stats