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Llorenç Riera

El Éxito y la saturación turística

La realidad sigue superando las mejores previsiones, tanto que ya existen motivos justificados para cuestionar los extremos de su verdadera bondad. Es el riesgo, cada vez más factible, de morir de éxito. Sobre todo en un territorio insular como el balear. Todos los récords de demanda y presencia turística en este archipiélago se van desbancando. Empiezan a desbordarse sobre la capacidad de acogida lo cual, de perderse el control, tendrá un claro efecto contraproducente. Hoy toda la oferta turistíca legal de Balears está ocupada y lo hace a precios más altos que nunca. La no reglada o fuera de control, hasta donde puede saberse, también.

Por esta vía se va ganando terreno a la estacionalidad. Sobre todo desde que algunos touroperadores han comenzado con éxito a remitir clientes desde el mes de febrero. Por supuesto, también contribuye a ello la debacle, por inestabilidad política y social, de mercados competidores como Turquía y Túnez. Con estos elementos, los preámbulos de la temporada turística que se preveía y confirma como la de mayor ocupación, también han sido excelentes y hacen que Balears desbanque a la más extensa Cataluña como primer destino veraniego.

En junio, uno de cada tres turistas que ha visitado España ha escogido este archipiélago para su estancia. Si lo miramos en el conjunto del primer semestre del año, el resultado es uno de cada seis. Es un crecimiento del 11% comparado con el mismo periodo del año anterior. En junio visitaron las islas 2,2 millones de turistas, 1,9 millones de ellos, extranjeros.

¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Se han sobrepasado los límites? Los ecologistas aseguran que sí, el Govern admite que es posible y los mismos empresarios apuntan que apenas quedan márgenes de maniobra. Hay que taparse los ojos si no se quiere adquirir conciencia de que las carreteras están colapsadas y muchos servicios públicos desbordados. La ya imprescindible desaladora opera al límite de su capacidad. Es verdad, por otro lado, que copando el 29% del turismo nacional, se logra alegrar la economía. Balears dispone hoy de más trabajadores que nunca en activo, pero también es cierto que jamás los había tenido en condiciones tan precarias. Las ventas comerciales han avanzado al ritmo del 10% y la facturación de los restaurantes, del 15%.

Se seguirá creciendo pero, en función de todo lo dicho antes, sin capacidad de control sobre sus efectos, sobre todo negativos. El principal mercado, el alemán, aumenta en un 6,6% y el británico, que busca refugio y no se asusta por el brexit, lo hace en el 14%. Se detecta también una apuesta fuerte de los operadores nórdicos y en menor medida, de los rusos. En estas condiciones, importa menos y casi es un alivio que la clientela nacional no responda en la misma proporción que la extranjera.

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