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Goldman sachs, otra vez

Andan en Bruselas divagando sobre las razones por las que el 52% de los británicos han votado por salir escopetados de la Unión Europea. Se acusa al populismo y a los engaños de los Nigel Farage o Boris Johnson y se teme un efecto contagio en otros países del corazón comunitario como Francia u Holanda con "desalmados" extremistas como Marine Le Pen y Geert Wilders como protagonistas. Pero populistas y euroescépticos tienen todos los días munición a "punta pala", parafraseando al insigne arrepentido del caso de corrupción valenciana Marcos Benavent, para tumbar el proyecto que idearon Konrad Adenauer, Jean Monet o Robert Schuman.

La última bala, mejor dicho, el último torpedo contra la línea de flotación del sueño europeo, se llama José Manuel Durao Barroso y fue nada más y nada menos que presidente de la Comisión Europea entre 2004 y 2014. El también expremier de Portugal ha fichado como presidente no ejecutivo de Goldman Sachs Internacional, con sede en Londres. Su misión: aportar sus conocimientos de la UE para evitar el impacto del Brexit en este banco de inversión.

Durao Barroso se ha defendido de las evidentes críticas alegando que ha pasado su año y medio de incompatibilidad y que también sería criticado por seguir "viviendo a costa del Estado". En el trasfondo de todo, un sueldo de unos cinco millones de euros, quince veces más de lo que ganaba como presidente del Ejecutivo de Europa.

Pero no ha sido el único prohombre de la UE tocado por los tentáculos de esta entidad, conocida por grandes operaciones de fusiones empresariales, pero también por innovar en las nefastas hipotecas subprime de EE UU y en la ingeniería financiera para falsear las cuentas de Grecia. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, pasó por esta escuela de banqueros como vicepresidente para Europa entre 2002 y 2006.

Su compatriota italiano Romano Prodi fue consejero de Goldman Sachs y consiguió llegar a ser presidente de la Comisión Europea. El camino a la inversa de Barroso. Mark Carney, actual gobernador del Banco de Inglaterra, pasó trece años trabajando en la entidad financiera. Carney le podrá preguntar a su anterior banco cómo mitigar el impacto del Brexit en la libra que custodia. Ese to big to fail de Goldman Sachs, demasiado grande para caer, se ha convertido en una verdadero influencer de la política europea y es una muestra más del estado crítico de salud por el que pasa la Unión Europea.

Porque, ¿qué pensará un 'chav' de Portsmouth, un joven negro de la periferia de París o un "pastillero" de Amsterdam sobre la actuación de Durao Barroso? Posiblemente nada. Pero serán un blanco fácil para que los populistas Le Pen, Wilders o el retirado Farage fracturen más el proyecto europeo.

Quien manejó toda la información sobre la UE durante diez años se ha ido a trabajar a una entidad donde el salario medio es de 622.000 dólares. Y allí estos jóvenes no les importan nada.

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