Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Camilo José Cela Conde

Reflexión

Cuando se lea esta columna, si es que hay alguien que lo haga, los ciudadanos de la Gran Bretaña estarán votando acerca de si su país debe seguir...

Cuando se lea esta columna, si es que hay alguien que lo haga, los ciudadanos de la Gran Bretaña estarán votando acerca de si su país debe seguir perteneciendo o no a la Unión Europea. Los análisis acerca de las consecuencias del Brexit insisten en que serían muy graves, pudiendo sumir al Reino Unido en una depresión económica de alcances incalculables y al resto de los europeos, como poco, en el empeoramiento de la crisis. Sin embargo, la decisión que vayan de tomar los británicos se antoja, a veinticuatro horas de que se produzca, muy reñida, con un empate técnico entre los partidarios de mantenerse como hasta ahora y los decididos a emprender el camino por libre. Según cuentan los analistas, pocos hacen depender el voto de los cálculos relativos a la economía. Uno elige guiado por las emociones, no por decisión racional tras sopesar las alternativas.

Ese nexo entre corazón y voto sirve también para la otra gran cita electoral de esta semana, la del domingo 26 en España. Que del resultado que salga de las urnas depende no sólo la gobernabilidad del país sino buena parte del rumbo económico es algo evidente. Pero cuando se escuchan los comentarios por la calle nadie habla del IRPF, ni del paro, ni de las pensiones. Lo que está en juego tiene mucho más que ver con las banderas que se ven en un estadio de fútbol que las de los despachos ministeriales.

Pues bien, para que los ciudadanos puedan decidir con tranquilidad y sin presiones, en nuestro país no se pueden publicar más encuestas electorales y desde el sábado próximo ni siquiera pedir a la ciudadanía el voto de forma oficial. Se llama a eso periodo de reflexión cuando parece bastante obvio que la reflexión está ausente en este proceso. Las normas británicas no obligan en absoluto a tal silencio: se pueden sacar sondeos el mismo día en que se va a las urnas y tanto los partidarios del Brexit como del Remain son libres de presionar a los votantes incluso en la cola del colegio electoral.

¿Cuál es el sistema más eficaz, el vocinglero del Reino Unido o el silencioso de España? Puede que ambos lo sean o dejen de serlo por las mismas razones y en idéntica medida. A mí, la verdad, me da igual que me presionen antes o después porque hago poco caso de esas cosas. Pero en promedio es natural que cualquier mazazo influya en el ánimo, y son los ánimos los que guían nuestra mano hacia una papeleta u otra. En semejante tesitura, llamar periodo de reflexión a lo de estos días resulta hasta ridículo; ojalá que las reflexiones fuesen nuestra guía pero ya sabemos que no. Recuérdese cómo un atentado bárbaro y un empecinamiento del entonces ministro del Interior en funciones por maquillar lo sucedido hizo presidente a Zapatero. Recuérdese, ya que estamos, cómo nos fue ese ramalazo de emociones. Aun reconociendo que tener que elegir entre los candidatos disponibles hoy te lleva a volverte dependiente del Prozac y del Valium.

Compartir el artículo

stats