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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Isern y Socias, sin estrenar

El cura interpretado por Agustín González brama en La escopeta nacional que "lo que yo he unido en la Tierra, no lo separa ni Dios en el Cielo". Se refería a los indisolubles PP y PSOE. Frente a la turbamulta cacofónica de Podemos, Més y demás partidos sin corbata, los populares y socialistas de toda la vida sobresalen por la solidez broncínea de sus apuestas. Son formaciones seguras de sí mismas, aposentadas, decantadas en la seriedad de décadas de brega. Perdone, ¿cómo se explica entonces que estas dos organizaciones adultas y consistentes hayan desalojado a patadas a sus respectivos candidatos, Mateo Isern y Ramon Socías? Son entidades tan burocráticas que han necesitado cinco meses para constatar que perdieron las elecciones de diciembre en Balears.

PP y PSOE expenden estabilidad y profesionalidad, frente al amateurismo que Rajoy denigra en los recién llegados. A continuación, el popular Isern y el socialista Socias se convierten en los diputados más breves de la historia de Balears. Ambos se retiran apesadumbrados, han sido ejecutados sin necesidad de buscarles un sustituto. Pasaron los tiempos en que PP y PSOE se las arreglaban para nombrar a los peores candidatos. Hoy no encuentran a ningún candidato. Ha costado, pero han acabado por comprender la mediocridad de sus propuestas.

Los sustitutos que tanto ha costado encontrar no mejoran a Isern ni a Socias. El culebreo desorientado de PP y PSOE demuestra que, si el bipartidismo no ha acabado, desde luego se ha puesto muy nervioso. La incertidumbre se ha adueñado de dos partidos que han pasado de imponentes a impotentes, sin dejar nunca de ser prepotentes. Desde fuera, se les ve como una enfermedad sin remedio. Desde dentro, se ven como un remedio para el que todavía no se ha descubierto una enfermedad. Los zigzagueantes populares y socialistas añorarán los tiempos en que los antisistema rodeaban el Congreso, en lugar de instalarse cómodamente en los sillones de la cámara. Al arrojar por la borda a Isern y Socias sin estrenar, PP y PSOE confirman que desembocarán en la nueva política, les guste o no. Y no les gusta.

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