Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

La ecotasa se fuga a Panamá

Los hoteleros no pagan impuestos, punto. Se niegan además a que sus clientes abonen el impuesto turístico, punto. La pregunta surge inmediata...

Los hoteleros no pagan impuestos, punto. Se niegan además a que sus clientes abonen el impuesto turístico, punto. La pregunta surge inmediata, quién sufraga el mantenimiento de la gigantesca planta industrial en provecho de los empresarios, titulada Mallorca. Usted, punto. Los evasores a gran escala de la hostelería balear no solo regatean el aumento de los salarios míseros que pagan a sus empleados, también explotan a las clases medias durante 24 horas al día. Con el beneplácito de la Agencia Tributaria de "Hacienda no somos todos". Tenemos por fin los nombres y los apellidos de los intocables, a quienes defiende la abogada del Estado en el 'caso Infanta'. Los ingresos que el PP de Matas negó a Balears, al suprimir la ecotasa, volaban íntegros a Panamá. Dado que el Govern Armengol ha prostituido este impuesto para colocarlo al servicio de los grandes defraudadores con hotel, el euro diario por turista seguirá fugándose al Caribe.

Alégrese, mujer, es usted una inversora indirecta en Panamá, gracias a la factura que paga a los hoteleros para que las carreteras estén aseadas y los aeropuertos funcionen. Y reconozca que estaba un poco avergonzada, al ver que durante cuatro días crecía la lista de defraudadores panameños sin la incorporación de ningún ilustre apellido mallorquín. A cambio, nuestra irrupción ha sido a lo grande. Aquí no aportamos figurones individuales, como Doña Pi, un señor que llama deporte a ir en moto o un cómico. Los mallorquines hemos colocado en el Caribe nuestro Producto Interior Bruto en pleno. Sociedades que traficaban con decenas de millones de euros, los mismísimos Mossack y Fonseca actuando como testaferros.

Mallorca es una potencia en turismo y en evasión fiscal, recuérdelo la próxima vez que un economista despistado finja extrañarse de que las temporadas de mayor explotación turística de los nativos no reviertan en la riqueza colectiva. Y cíclicamente, un amigo como Rajoy llega a La Moncloa para que los hoteleros patrióticos, más españolistas y de derechas que nadie, legalicen al diez por ciento el dinero sustraído a los mallorquines al cien por cien.

Compartir el artículo

stats