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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Es Trenc no es de Campos

Corramos a estipular lo obvio. La Catedral está en Palma y es Trenc está en Campos. Sin embargo, la Catedral no es de Palma ni es Trenc es de...

Corramos a estipular lo obvio. La Catedral está en Palma y es Trenc está en Campos. Sin embargo, la Catedral no es de Palma ni es Trenc es de Campos. Dado que el alcalde Sebastià Sagreras luce el temple cementero que tantos días de gloria ha dado a su partido, buscaremos como Silvia Cano una metáfora pornográfica. En la línea de esta apropiación playera, supongo que el nuevo mirlo blanco del PP considerará que solo los constructores de Campos pueden construir en Campos. Estoy de acuerdo pero, ¿pueden los constructores de Campos actuar fuera de su municipio? Los barrios donde he vivido -palmesanos, lo siento- han sido destrozados sin misericordia por empresarios de toda la isla, Campos incluido. Se me ocurren muchas formas de denunciar esa barbarie, salvo el origen geográfico de los vándalos.

El mal que una persona de Palma o de Campos inflija fuera de su municipio no es motivo suficiente para odiar a todos los habitantes respectivos. Entre otras cosas, porque un sacerdote de Campos también fue capital en mi vida. De nuevo en Palma, ya lo siento. Pero no nos apartemos del negocio, el único lenguaje que parece entender el alcalde de Campos. Suerte que algo había cambiado en el PP. Los patriotas de es Trenc deben concluir que solo un habitante de Campos puede poseer la tierra sagrada de Campos. Entonces, ningún habitante de Campos puede vender a un extranjero, ¿o de repente los integristas se hacen solidarios y quieren entablar lazos con otras geografías? Por educación, no le preguntaré al heredero de los chalets ilegales de ses Covetes si solo se iban a vender a nativos de Campos. Es tan absurdo como pretender que la urbanización de Lluc estaba destinada a gentes de Escorca, aunque también este alcalde falsea la verdad al respecto.

Quien solo sabe de Palma, ni de Palma sabe. Y lo mismo sucede con Campos. Seguro que el alcalde de cemento no ha revisado las tablas de mortalidad por municipios. Si se molesta en distraerse por unos segundos de su fijación desarrollista, observará que Campos tiene una de las mayores esperanzas de vida de Mallorca. Enhorabuena, y pregúntese por las razones de la envidiable longevidad.

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