"No teníamos ni idea". Esta es la explicación que ha dado Rajoy a los medios cuando se le ha preguntado cómo ha sido posible que la degradación del PP valenciano haya llegado a los extremos que se van difundiendo, sin que desde Madrid se adoptara medida alguna.
Es muy difícil de creer que, cuando todos sospechábamos que en la comunidad valenciana se estaban cometiendo tropelías contables con el dinero público desde hace mucho tiempo la prensa ha publicado millares de indicios y la mayor parte de los procedimientos abiertos tiene varios años, la dirección popular no alentara siquiera la sospecha de que se estaban produciendo cuantiosos latrocinios. Porque cuando los subordinados de uno viven notoriamente por encima de sus posibilidades, hay que empezar a preguntarse de dónde salen los recursos. El dinero para la ostentación no brota en los árboles.
En cualquier caso, no se sabe qué es peor: que Rajoy y su gente no se percataran de lo que sucedía ante sus ojos o que prefirieran mirar hacia otro lado para no buscarse complicaciones. En cualquier caso, es evidente que quienes han pasado por alto unos hechos tan graves no pueden ser los que emprendan la ardua tarea de regenerar este país.
