Anécdota personal: me descubro una veta estoica al ver que (todavía no sé cómo) en un segundo he borrado sin remisión las fotos que guardaba en la galería de mi móvil. Hago una rápida comparación mental con el modelo que tenía antes, nada smart pero que para borrar una imagen te pedía poco menos que una autorización judicial, y resignada, me digo con Heráclito que todo fluye y nada permanece. Ya en modo cita, y por extraña asociación de ideas, me viene a la mente aquello de "la victoria tiene cien padres pero la derrota es huérfana" al recordar el júbilo de ciertos partidos políticos y movimientos ciudadanos tras la última escena (por ahora) de la semidimisión a plazos de doña Esperanza Aguirre. En twitter, nuevo oráculo de los tiempos, todos se adjudicaron la paternidad de los hechos; claro que la semidimitida también es experta en hacer lo mismo y en su día se apuntó hazañas varias sin inmutarse. De vez en cuando afloran resabios viejunos por entre las maneras nuevas.
Hablando de maneras, siempre me ha fastidiado quien se muestra soberbio con los humildes y humilde con los soberbios. Más aún si la finalidad es rebañar ganancias. Algo así, pero a lo grande, me resulta el chalaneo de la Unión Europea con el primer ministro británico. La misma Unión que se queda cortocircuitada, desbordada y paralizada ante la realidad de los refugiados que huyen de la guerra y el hambre, se pone el traje Rufus T. Firefly, comulga con un surtido de ruedas de molino y asegura: "Si no le gustan mis principios, no se preocupe: tengo otros". En cuanto a Cameron, parece haberle dado la vuelta al estandarte reversible de su ideario y sostiene que Gran Bretaña tendrá más seguridad, será más fuerte y estará mejor en lo económico dentro de la UE que fuera. Las luces del decorado europeo se atenúan, reina un ambiente tenebroso como el particular crepúsculo de Merkel. Por otro lado, y en tono menor, una inesperada constatación: en la rueda de prensa del pasado viernes por la noche, después de la agotadora negociación europea, nuestro Jefe del Gobierno en funciones estuvo expresivo como nunca. Deducción: Rajoy cansado vale por dos.
Dos anécdotas más. Sábado pasado, 9:15 am. Tres parejas de jubilados recientes salen del gimnasio. Dinámicos, enfundados en vestimenta técnica, pizpiretos y juncales, charlan y ríen camino de un buen redesayuno. La vita é bella. Viernes pasado, 11:45 am. Dos ancianas (una con andador, otra con bastón) hablan de sus achaques; no tarda en aparecer el tema de la muerte. Ambas coinciden en desear que el tránsito les llegue durmiendo. La cuidadora de una de ellas (mediana edad, cansada, varias bandas vitales en juego), en un eco inconsciente de la madre de Forrest Gump dice que la forma de morir es un sorteo al que jugamos todos; a saber qué papeleta nos tocará en la rifa. Para su sorpresa, el símil hace que las dos veteranas de la cuarta edad se echen a reír. Don't worry, be happy.
