A raíz del debate y votación del asunto de la implantación de la ecotasa en nuestra comunidad el pasado martes en el Parlament se produjo la primera visualización seria de las discrepancias, desde hace tiempo ya existentes aunque soterradas, entre los miembros del III pacto de regresión económica de Balears. Las diferencias han estado siempre ahí, desde el minuto uno, ahora su expresión se ha hecho obvia, atronadora. Pero con todo, desde mi punto de vista lo más grave, quizás por inesperado, ha sido la posición de El Pi en este asunto.

Transitar del "?no hagamos un TIL a los hoteleros?" a hacer posible, viable, esta ecotasa, con su voto abstención es un camino que El Pi ha recorrido con notable velocidad, sin ninguna vergüenza, y sobre todo sin argumentos. No, yo no creo que El Pi quiera ser UM, pero lo cierto es que en el asunto de la ecotasa se ha comportado como tal. La equidistancia de principios es siempre utilitarista, y yo pienso que El Pi debería tener principios, mejor dicho, yo pienso que los tiene, aunque se haya equivocado. Me explico. Un partido que dice ser liberal en lo económico, no puede ni debe, apoyar un impuesto de tasa no tiene nada, que gravará solo a las empresas de Balears, haciéndolas menos competitivas mucho o poco, que más da con respecto a su propia competencia en España. ¿O es que El Pi ya no defiende los intereses de los ciudadanos, y empresas, de Balears? ¿Ya se han perdido en el utilitarismo político? ¿Realmente, creen que esta ecotasa (la que se voto el martes pasado, no otra) defiende los intereses de nuestra gente?

No piensa El Pi, que antes si se refería gráficamente a hacer un TIL, que la falta de consenso, que Francina y Barceló, ni siquiera han buscado, por mucho discurso vacío que hayan entonado, merece que se replantee desde inicio la ecotasa, que como dijo Gijón, devolvamos el toro a los chiqueros, y empezar desde cero, cualquier planteamiento.

Me consta que ciertos sectores empresariales radicados en Balears ven con buenos ojos el proyecto autóctono de El Pi, como equilibrio a ciertos, siempre posibles, devaneos estatalistas de PP y PSOE, pero ciertamente sin criterio, sin personalidad argumental, política, es muy difícil obtener credibilidad.

Y no se trata, no, de demonizar la ecotasa porque sí, en absoluto. Este impuesto, y no otros planteamientos, es malo en sí mismo por muchas razones: es ideológico castiga sólo a una parte del sector turístico, olvidándose adrede de otras parcelas; es simplemente recaudatorio, no persigue mejorar el sector, sino hacer caja; es sectario, dejando fuera un gran número de turistas; es injusto, obligando a su pago a un gran número de residentes o simplemente, viajeros profesionales, o peor aún, viajeros por necesidad; no es finalista y permeable, donde los recaudadores, puedan participar, sino que va prácticamente a presupuestos generales; sigue la indefinición, ya veremos en fase de enmiendas qué se mantiene y qué se elimina; y en definitiva, repite miméticamente los errores de hace doce años cuando ya fracasó estrepitosamente. El gobierno de izquierdas no aprende nada, ni siquiera de sus propios errores, pero que El Pi se preste ante esta incertidumbre, este despropósito, a hacer de muleta parlamentaria de Francina y su minoría, es decir, en resumen a sustituir el apoyo de Podemos, sinceramente a mí me ha sorprendido? Parafraseando, ¿está haciendo un Podemos El Pi? ¿Qué intereses defiende El Pi? ¿O es que juega a ser sólo bisagra? Equidistancia entre la derecha y la izquierda. Esto es exactamente lo que hacía Maria Antònia Munar.

Dije, no hace tanto tiempo, en septiembre de 2015 y en este mismo foro, que la ecotasa, o como diantres quieran llamarlo, en determinadas circunstancias, sin apriorismos políticos, o gremiales, hoteleros, por supuesto, puede ser un mecanismo como mínimo digno de estudio. Pero francamente, por la fuerza de la imposición, por la arimética del rebote parlamentario, en definitiva, por la torpeza de El Pi, creo que es un mal modo de implantación de la misma. Grave error.

* Diputado nacional y portavoz del PP balear