La cultura del país empieza a respirar ante la posibilidad de que algunas cosas cambien. Parece que no falta mucho para que desaparezca la LOMCE, la más retrógrada de la lamentable colección de leyes educativas que han sometido a los profesores y los estudiantes españoles. Se prevé que desaparezca el estúpido IVA aplicado a la cultura que, además de obstaculizar todas las manifestaciones artísticas, ha tenido el efecto contrario al deseado, reduciendo la recaudación como consecuencia de la disminución del consumo de cultura. También se prevé que los presupuestos para becas y para investigación se recuperen y el nuevo panorama disminuya la fuga de cerebros que hacen que otros países obtengan beneficios de los esfuerzos y medios magros esfuerzos y medios, por ahora que el sistema educativo español ha invertido en los que hoy emigran con carrera universitaria y son acogidos con los brazos abiertos lejos de su tierra.
Sí; la crisis. Había que recortar de todos lados y por todos los medios. Pero nunca hubo un gobierno tan entusiasta en reducir en educación, cultura y ciencia como el que está a punto de desaparecer. Nunca se vio tan claro que, para algunos, la cultura, la educación, la universidad no son cosas que deben otorgarse a la plebe. Se habla mucho del crecimiento de la brecha en el poder económico, la mayor de toda Europa, pero no se habla tanto de la brecha educativa. De las diferencias entre la escuela pública y la privada y de los problemas que los estudiantes de los institutos tienen para entrar en la Universidad cuando se comparan con los que han podido estudiar en colegios "de pago".
A nivel local, el desafortunado TIL ya empieza a ser historia. Pero el gasto por estudiante, a todos los niveles educativos sigue siendo el más bajo de España y la comunidad balear es la que tiene menos estudiantes universitarios y hace menor inversión en investigación.
Pero la más triste de las noticias tristes es que esta vez, vienen de la mano de quien menos cabría esperar. Esta vez no es el Partido Popular quién se opone a crecer en educación, cultura y sanidad. Esta vez es otro el que dice que nuestra universidad no necesita una facultad de medicina.
Incomprensible. El Podemos de ninguna otra comunidad española se opone a que la universidad, la ciencia y la sanidad mejoren. Todas las demás comunidades tienen alguna facultad de medicina muchas tienen varias y dado el hecho insular, Balears contrasta todavía más. Canarias, siete islas, dos facultades. Y no hay problemas con los estudiantes de las islas menores, al revés que aquí donde hay voces que pronostican problemas con los estudiantes de Menorca o de Eivissa que preferirán ir a cualquier lado antes que a la UIB. Bueno, en cierto modo, tendrán razón, porque, a pesar es estar entre las primeras del país en relación con el esfuerzo de sus profesores e investigadores, están en los últimos lugares en relación con las inversiones públicas. Y, vista la propuesta, se supone que eso no cambiará.
Incomprensible. Tenemos un partido que presume ser el revulsivo contra las campañas antieducativas, anticulturales, y anticientíficas aplicadas por el gobierno que ahora está en funciones. Ese partido es el que ahora se opone a que la sanidad, la medicina y la universidad crezcan. El escenario está preparado para ver una curiosa división de opiniones: de un lado, algunos partidos quieren que la facultad de medicina sea un hecho. De otro, los que afirman que luchan contra los privilegios y que ahora son el azote contra la corrupción y los privilegios, afirman que no, que la facultad de medicina no se encuentra entre las prioridades de las islas. Queda el tercer grupo, el que durante la historia más reciente se ha enfrentado a las comunidades educativas y sanitarias al completo. ¿Qué prefiere este último? - Se verán en un curioso dilema: apoyar al Podemos que tanto desprecian, o sumar fuerzas a favor del desarrollo educativo, sanitario y científico, pese al poco interés que han demostrado hasta ahora.
Incomprensible... O tal vez no tanto. Tal vez haya razones poco inocentes. Se empieza a susurrar la existencia de intereses no confesables que están preocupados por mantener privilegios discutibles. El partido de los círculos, con sus muchas virtudes y sus muchos méritos, puede haber caído en manos de alguna influencia que, abusando de un crédito inmerecido y una situación privilegiada, está utilizando argumentos poco virtuosos y menos meritorios. Sólo así puede comprenderse que su partido se oponga a toda la comunidad sanitaria, a toda la comunidad universitaria y, en suma, intente impedir que la comunidad balear al completo obtenga beneficios más allá del cortoplacismo más miope. La filosofía y el espíritu del partido de los círculos no deberían ser utilizados para favorecer intereses mezquinos.
En primer lugar, nadie conoce bien cuáles son los intereses de los ciudadanos de las islas. O sea, que la primera premisa ya es falsa. Segundo, la misión de un político, no puede consistir en preguntar a los ciudadanos cuáles son sus intereses, porque la respuesta a cualquier pregunta elemental será simplemente el "pan y toros" de toda la vida. No; un político debería tener visión de futuro y debería ser capaz de convencer a los ciudadanos de que el futuro que ofrece es el mejor.
Y en este caso, negar el crecimiento de la cultura, la sanidad, la investigación y la educación de a los máximos niveles es cerrar el futuro. El país ha soportado durante decenas de años quizás incluso siglos políticos que han aceptado el "que inventen ellos".
Y ahora, que el partido que está forzando a que el país a abra las ventanas, sea justamente el que se oponga a la facultad de medicina, da pena. Mucho más cuando la pureza de su oposición parece sospechosa. Es muy triste que el Podemos de Balears sea el único del Estado que niegue los beneficios del crecimiento en sanidad, en ciencia y en cultura. Es tan increíble que sólo cabe suponer que está siendo manipulado. Y, si no reacciona, dará la razón a quienes afirman el lamentable "todos son iguales". Estaría bien creer que su espíritu sigue siendo el mismo y que lo de ahora sólo una infección pasajera introducida por algún "casta" que ahora les está colando un gol. Pero que sabrán descubrirlo y erradicarlo.
