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Llorenç Riera

Éxito y debilidad política de la ecotasa

Ya resulta paradójico que la reimplantación de la ecotasa se convierta, a la par, en un éxito del Govern y en un elemento de corrosión interna del Pacto que lo sustenta, lo cual, por supuesto, acaba debilitando al propio Ejecutivo autonómico. El malestar va creciendo hasta el extremo de que ya es reconocido por los implicados. De no cambiar de manera sustancial los talantes y los comportamientos, el Govern Armengol quedará instalado en la precariedad y la verdad es que no se aprecian signos de modificación. En consecuencia, el pronóstico no es bueno.

Largas horas de reunión de la comisión de seguimiento del Pacto no lograron limar asperezas las diferencias no son sustanciales sobre la ecotasa. Podemos ha vuelto a marcar distancias, con el único límite de no poder ser utilizado por el PP. Ayer cumplió su amenaza y se abstuvo a la hora de votar las enmiendas de conservadores y Ciudadanos que intentaban retirar de la Cámara el proyecto de ley del impuesto de turismo sostenible. El Pi también se abstuvo, por "responsabilidad", según sus portavoces. Esta postura de los regionalistas permite que la ecotasa del PSOE y Més pueda continuar su trámite parlamentario.

Podemos, en cambio, dice que este impuesto, tal como se ha estructurado, no es el suyo. Deja claro que no impedirá su desarrollo, pero saltan a la vista las trabas que se están poniendo a su despliegue. Se entra en la incongruencia de elevar a categoría una cosa cuando menos secundaria y de subsanación fácil, lo cual vuelve a colgar en el tendedero las debilidades de un acuerdo de Govern que su presidenta promociona como más práctico de lo que en realidad resulta. Ha llegado el momento del "enfriamiento" en palabras de Laura Camargo. El invierno del Pacte no durará solo una semana, como el climático de este extraño inicio del año. La temperatura política de los tres socios de gobierno se vuelve a alterar a cuenta de la ecotasa y de la facultad de Medicina. Podemos se empeña en incrustar sus tiempos y sus distancias en el Ejecutivo con una dinámica que habla de temores y diferencias internas y que solo tiene visos de cambiar en el supuesto de que los acuerdos que pueda alcanzar Pedro Sánchez en Madrid aconsejen hacerlo.

La desavenencia puntual se ha fijado en esta oportunidad en el reparto territorial de los ingresos de la tasa. Podemos se queja de que no ha quedado definido y se lamenta de haber salido de la reunión del Pacto con la convicción de que será destinada a fines sociales. Sin embargo, el Govern publicó ayer una nota especificando que la recaudación de la ecotasa no revertirá directamente en renta social. La falta de concreción que instala a Podemos en la abstención es la que también mantiene a El Pi en igual posición por la misma causa, pero que a su vez permite salvar los muebles. Son las incongruencias actuales de la política balear. La ecotasa es un éxito porque esta vez logra salir adelante con garantías pero al tiempo una manifestación de la debilidad del Govern.

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