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Llorenç Riera

Pactos y defensas en el juicio de Nóos

Hoy se reanuda el juicio del caso Nóos. Las cosas han evolucionado de una forma que puede ser definitiva con respecto a la vista previa celebrada hace un mes. Ya se sabe que, por decisión unánime del tribunal, la doctrina Botín no es aplicable a Cristina de Borbón y por tanto la infanta deberá presenciar la vista en vivo, sentada en el banquillo de los acusados del que, de entrada, sólo podrá librarse uno de los 18 acusados, el excontable de Nóos, Miguel Tejeiro, si las magistradas dan por buena la retirada de cargos conta él que ha efectuado su única acusación, Manos Limpias.

Parece claro que habrá dos vías de actuación paralelas. La del propio desarrollo de la vista oral que se inicia con las declaraciones del arrepentido Pepote Ballester y la de las negociaciones en despachos y pasillos en busca una considerable reducción de penas al amparo de lo establecido en la última modificación de un código penal que ahora bonifica, todavía más, el entendimiento y la admisión de culpa.

Agotados los preliminares, cabe intensificar las defensas. Cristina de Borbón mantendrá una línea de actuación diferente a la de su marido. Cuatro nuevos letrados se han incorporado a su defensa mientras existen indicios suficientes para sostener que Iñaki Urdangarin está haciendo denodados esfuerzos para reunir seis millones de euros que le permitirían restituir el dinero defraudado. Con ello también obtendrían una notable reducción de pena. Su táctica de pacto se asemeja a la de Jaume Matas, ya conocida. El expresident que dijo a Pepote Ballester que lo pagara todo al yerno del Rey, sin pedir más explicaciones, busca romper el círculo de su acorralamiento procesal con un pacto en términos más globales. Si prosperan los acuerdos que se dan por avanzados, el juicio del caso Nóos puede acabar durando menos de lo previsto y no alcanzar la fecha de conclusión del 30 de junio.

Pero quedan algunos flecos o ramificaciones muy importantes por resolver. No todo el mundo está predispuesto a sellar un entendimiento. Es el caso de Diego Torres. El exsocio de la "bellísima persona" Iñaki Urdangarin, con el que sin embargo no volvería a entablar negocio, defiende a capa y espada su inocencia y está convencido de poder demostrarla con explicaciones en la vista oral y con los documentos ya aportados. Lo reiteró ayer en una entrevista a la cadena Ser en la que también aseguró a Pepa Bueno que la Casa Real estaba al corriente de cuanto se hacia en Nóos y que no se extendieron facturas hinchadas.

Con las sesiones que hoy se reemprenden en Son Rossinyol, el juicio y el caso entran en su fase definitiva. Cristina de Borbón no podrá evitar permanecer en el banquillo mientras una parte de otros acusados se esforzará en cerrar acuerdos y el resto en demostrar su inocencia. Ha llegado el momento de clarificar, de una vez por todas, qué pasó entre 2003 y 2009 en Nóos y, sobre todo, con los fondos públicos de los que se sirvió.

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