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Llorenç Riera

La Infanta también es Hacienda y acusable

Incógnita despejada. Cualquiera puede ejercer la acusación particular si hay argumentos sólidos para ello y si se actúa en defensa de los intereses públicos. Una vez confirmada tal tesis y que una infanta de España también puede ser Hacienda y caer en la tentación de cooperar, en términos necesarios, en dos delitos fiscales, llegaremos a la conclusión de que la doctrina Botín chirria ante las imputaciones que se hacen a Cristina de Borbón. En consecuencia, no puede ser excluida del banquillo de los acusados del caso Nóos.

Digamos que ese es el dictamen al que han llegado las tres magistradas que forman el tribunal de la Audiencia de Palma. Lo argumentan en un auto que el fiscal Horrach, seriamente discrepante con la acusación, admite como "sólido" y en una línea argumental que exige concentración. El lenguaje es técnico, transcurre por los canales de lo jurídico sin hacer concesiones a la expresión literaria. No era la resolución que esperaban Cristina de Borbón y su marido Iñaki Urdangarin. Tampoco en La Zarzuela. Los movimientos en el entorno de la jefatura del Estado y el mal disimulado enfado de un Miquel Roca dispuesto a quejarse ante el Tribunal Supremo, lo dejan patente. El juez Castro, que no admite "haber conseguido nada", se puede dar sin embargo satisfecho por el resultado de su instrucción.

El alegato y los recursos utilizados por la defensa habían sido contundentes. No se había reparado en medios. Hasta la abogada del Estado, Dolores Ripoll, nos había instalado en la discriminación de dudar si todos cabíamos en la Hacienda colectiva. Ahora por lo menos sabemos que la Infanta sí es Hacienda. Con el despliegue de medios realizados, muchos daban por sentado que la doctrina Botín sería un salvavidas para Cristina de Borbón. Frente a ello, se le obliga ser la primera hija y hermana de rey sentada en un banquillo de acusados a semejanza de la doctrina Atutxa, aquella que en su día permitió juzgar a Juan Maria Atutxa, el expresidente del Parlamento Vasco, por negarse a disolver Socialista Abertzaeak. Había interés público en ello del mismo modo que lo hay los presuntos delitos de fraude fiscal achacables a la infanta.

Ahora cambiarán las estrategias. Exprimida la doctrina Botín para el caso particular de la exduquesa de Palma que no ha renunciado a sus derechos dinásticos, todo apunta a que las defensas de los 18 acusados del caso Nóos se emplearán a fondo en el logro de unos pactos que en muchos casos ya están avanzados. Interesará hacer el menor ruido posible, pero será difícil ante la presencia continuada de Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarin, Diego Torres y Jaume Matas sentados en el banquillo y dirimiendo malversación.

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