Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llorenç Riera

Las concesiones y rebajas de la ecotasa

La ecotasa ya tiene su rostro y contenido definidos. También el marco de actuación. El Ejecutivo autonómico acaba de darle los últimos retoques y pretende iniciar su tramitación con la aprobación el viernes, en Consell de Govern, del proyecto de ley del formalmente llamado Impuesto de Turismo Sostenible, para que pueda entrar en vigor el próximo 1 de junio. Este es el calendario sobre el cual se trabaja formalmente.

Las últimas modificaciones introducidas en el ya sólido proyecto son especialmente significativas. Se hacen atendiendo peticiones de los hoteleros lo cual, en este caso, es un modo de tenderles la mano para tenerlos como colaboradores necesarios, aunque forzados. De hecho, el Govern había atendido incorporaciones a la ecotasa de casi todos los sectores, excepto el de las grandes empresas de alojamientos turísticos. Se había pasado de un extremo a otro, del Govern Bauzá acusado de estar entregado sin condiciones a la causa hotelera, al Govern Armengol que les daba la espalda. Ni tanto ni tan poco. Un buen Govern lo es desde todas las realidades que le incumben y el de la hostelería no es precisamente un apartado menor en este archipiélago.

Con los últimos retoques, a falta del trámite parlamentario, la ecotasa tendrá un descuento del 50% a partir del décimo día de estancia, lo cual viene a significar que con unas vacaciones completas de un mes, se llegaría a pagar por este tributo un máximo de 29,25 euros. Sin descuento hubieran sido 45 euros. En todo caso, menos de lo que cuesta una noche de hotel en Mallorca.

Se confirma que los turistas del Imserso quedarán exentos de la ecotasa y se introduce la novedad de no aplicarla a los menores hasta los 16 años, frente a los 14 previstos en principio. También hay un mes de retraso con respecto a la cuota máxima de temporada alta. Se entenderá que se inicia el 1 de mayo y no el 1 de abril. Con todo ello, el Govern se sacude dos acusaciones que le venían especialmente del sector hotelero, la de no incentivar el turismo familiar y el castigar a los visitantes de larga estancia. Ahora, bonificando edad y tiempo, ambos segmentos quedan incentivados.

Por otro lado, se incrementa, todavía más, el catálogo de candidatos a beneficiarse de los apetitosos100 millones potenciales que se atribuyen a la capacidad de recaudación de la ecotasa que, salvo sobresaltos, comenzará a hacer caja en junio. El sector agroganadero logra incorporarse a él.

Por tanto, se confirma la impresión de que, por lo menos en sus primeros años, el tributo no será un atajo con repercusión directa sobre el turismo. Podrá alentar a muchos ámbitos, desde la innovación tecnológica a la preservación del patrimonio, pasando por muchos escalones intermedios.

En cualquier caso, también podrá decirse que en este archipiélago nada es ajeno al turismo y que, por tanto, la ecotasa de beneficio y reparto fragmentado no incumplirá con su razón de ser, la de paliar los daños sobre la industria fundamental de las islas, por muy diversificada que sea la forma de hacerlo. Esta vez se vislumbra una ecotasa más sólida.

Compartir el artículo

stats